por Juan Camilo Gómez
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La
Feria Internacional del Libro de Miami celebró el día sábado un panel con
algunos de los autores más destacados de la literatura infantil y juvenil, de
España.
En el pabellón de
España, país invitado de honor para la 30ª edición de la Feria, en
conmemoración de los 500 años de la llegada de Juan Ponce de León a la Florida,
se reunieron los autores Alfredo Gómez Cerdá, Rosa Navarro Durán y Ana Merino,
para discutir sobre sus experiencias académicas y profesionales.
Los tres son
autores renombrados que comparten una pasión: La literatura infantil y juvenil.
Por ello, MiamiDiario extrajo de su conversatorio seis puntos clave sobre el
fomento de la lectura en los más jóvenes.(...)
1. Salvo casos muy
extraños, los niños no llegan a la literatura por sí mismos. Según los expertos
y académicos es necesario que los padres o tutores sean quienes inciten a los
niños a aventurarse en la lectura.
2. Los niños deben
vivir en ambientes de lectura. Los niños no leerán si para ellos los libros son
artículos extraños. Una casa con libros, una biblioteca nutrida y numerosas
opciones literarias es el punto de partida para abonar el terreno a la lectura.
3. La lectura no
debe ser impuesta. No tiene que ser un castigo para los niños, sino un
poderoso recurso en momentos clave. Navarro explicaba que en las noches, cuando
los niños "pelean" con el sueño, quieren estar más tiempo con sus
padres y compartir con ellos. Por esto, es un momento vital para fomentar la
lectura. En la medida en la que el niño quiera estar despierto, verá en el
libro un recurso para acercarse más a sus padres.
4. Los libros no
compiten como elementos de diversión. Según Alfredo Gómez, la
oferta tecnológica es tan avanzada y visual, que los niños tenderán a optar por
una consola de juegos, un iPad o el televisor. Si se pone a los libros en esa
misma baraja, perderán. Por eso, la aproximación no debe ser como una
alternativa igual de divertida a las demás opciones, sino como un momento más
íntimo, familiar y diferente.
5. No hace falta
mucho tiempo. No es necesario leer por media hora o abarcar muchas páginas para
fomentar el hábito. Con cinco minutos al día, por lo menos, será suficiente.
6. Comience con
las ilustraciones. Los libros ilustrados son un recurso de mucho valor,
pues les permite hacer a los padres una transición hacia los libros, la
historia o las novelas, desde un aspecto más llamativo para los niños.
7. Las lenguas no
son excluyentes. Según Merino, las lenguas pueden convivir y enriquecen
la lectura. A más lenguas, más riqueza. Esto resulta especialmente llamativo en
el Sur de la Florida, donde el debate sobre si se les debe leer a los niños en
inglés o en español resulta más importante que la lectura misma. Inglés,
español, francés, portugués. No importa el idioma. Lo realmente importante es
leer.