Desde este fin de semana ya se podía acceder libremente
al lugar, para conocer este proyecto de las autoridades municipales que pone a
disposición de las prostitutas un lugar con nueve “sexbox”, una especie de garajes donde podrán
recibir a los clientes.
Únicamente los automovilistas, que deberán encontrarse
solos en sus vehículos para poder pasar la verja, podrán entrar en este lugar
situado en Altstetten,
un antiguo barrio industrial al oeste de la ciudad.
Para poner en marcha esta iniciativa, las autoridades de Zúrich se
inspiraron en sistemas similares en Alemania.
Con los “garajes del sexo” pretenden descongestionar el barrio de
Sihlquai, situado cerca de la estación y al que las prostitutas acuden cada
noche, en perjuicio de los vecinos.
“La prostitución es básicamente un negocio. No podemos
prohibirlo, pero queremos controlarla para favorecer a las trabajadoras del
sexo y a la población“,
explicó Michael Herzig,
director de servicios sociales encargado de las cuestiones de prostitución en
Zúrich.
“Porque si no la controlamos, el crimen organizado se
impondrá”, añadió.
Las autoridades locales admiten que no tienen ninguna
garantía de que este lugar vaya a ser utilizado, pero se esforzaron por convencer a las
prostitutas de que acudan allí.
ÚN