LA VANGUARDIA
La creatividad de los
venezolanos sale a flote para adquirir productos de necesidad básica en un
momento de profunda escasez
En Venezuela no hay papel higiénico. Ni en el supermercado más grande de la ciudad, ni en la tienda
popular del barrio más recóndito del país. Es un producto en peligro de
extinción. Su precio se ha triplicado, y se necesitan más de 50 millones de
rollos para suplir el déficit actual, según datos oficiales del Ministerio de
Comercio.
La respuesta que da el gobierno de
Nicolás Maduro se centra en que la demanda es mayor porque ahora
“definitivamente se come más”. Por su parte, el director de la Federación de
las Cámaras de Comercio, Jorge Botti asegura que la producción ha sufrido una
significativa baja “porque el Estado continúa con feroces políticas de control
de precios que imposibilita la producción nacional”.(...)
A la espera de una solución, más de 27
millones de venezolanos continúan en una búsqueda incesante de este papel que
se ha convertido en un producto de lujo, al que tienen derecho sólo si se
supera una larga lista de obstáculos.
Pero la creatividad comienza a ganar el
pulso a la necesidad. Así lo demuestra una serie de estrategias que han
afinado los venezolanos, y que en la actualidad ya forma parte de la
cotidianidad de un país que atraviesa la mayor crisis de escases de los últimos
5 años.
A continuación, algunas de estas
estrategias:
1.- La acampada
Sonia González divide su jornada diaria
en dos objetivos: los quehaceres del hogar y su acampada frente al supermercado
en espera de los anhelados productos. Esta ama de casa, de 56 años lo tiene
claro: “No nos queda otra opción en la familia, mi día cada vez se centra más
en hacer un recorrido por los mercados de mi zona, luego en cuanto veo que hay
algunos de los productos que necesito, allí me quedo. Las colas son
larguísimas, yo he llegado a permanecer hasta 8 horas en una cola como de 200
personas, para poder llevarme dos paquetes de papel de baño, un kilo de azúcar
y uno de café”.
Esta es la estrategia por excelencia. Ir
hasta el supermercado y plantarse hasta que llegue el turno de comprar. Cada
establecimiento decide las normas, en relación a cuántos kilos , o números de paquetes
puede comprar cada persona.
Jim Lou es el dueño de un comercio en La
Candelaria, situado en Caracas, y confiesa que cada vez es más difícil ofrecer
productos y lograr que los compradores acepten las normas. “La gente está más
estresada, el primer día vienen solas, pero luego se traen a los hijos y hasta
los nietos para llevarse más paquetes. Yo lleno el anaquel entero cuando tengo
mercancía, pero en tres horas ya vendo todo”.
Para “la acampada” se necesitan dos
requisitos: tener horas disponibles para la espera y estar dispuesto a invertir
en ello.
2.- Venta de cupos
Esta técnica es una apéndice de “la
acampada” que está dirigida a los venezolanos que por diferentes razones, no
pueden permanecer horas frente a las puertas de los supermercados.
Estas personas llegan a las grandes
superficies fuera de horarios de oficina, es decir, al mediodía o después de
las seis de la tarde. Para evitar hacer las largas colas, optan por buscar a
los “vende cupos”, quienes han visto un negocio redondo en este contexto.
Los “vende cupos” llegan a “la acampada”
a primera hora y aseguran un sitio, cumplen con todos los requisitos, y luego
cuando ven venir a algún venezolano con poco tiempo le ofrecen su sitio en la
cola. Este gesto tiene un coste que varía desde los 5 hasta los 25 euros.
“Dieguito” es uno de ellos. Tiene 14
años y junto a su madre se dedica a cumplir religiosamente la faena: llega a la
9 de la mañana, hace su cola, ofrece su cupo y negocia el precio. “Cada vez, la
gente quiere pagar menos porque hay más personas como yo haciendo lo mismo, se
corrió la voz, pues”.
3.- La propina
Los vínculos de confianza entre clientes
y cajeras de supermercado también ha propiciado su círculo de negocios. Los
clientes que durante muchos años han comprado en el mismo comercio se ven
recompensados, porque los trabajadores suelen avisar sobre la hora y el día que
llegará el papel higiénico, a través de un SMS.
Este servicio personalizado no tiene un
precio fijo, sino depende de la bondad del cliente, quien a su vez se asegura
de dejar una buena bonificación para que su móvil suene con los avisos futuros.
4.- 'Abastéceme', una Apps para
el móvil
Se trata de una plataforma social que
permite a los venezolanos compartir la ubicación de productos como el papel
higiénico. El funcionamiento consiste en que una persona agrega la
ubicación del comercio que cuenta con mercancía a la base de datos, y esta
información se reflejará en el mapa dentro de Abastéceme y será automáticamente
compartida con todos los usuarios.
Abastéceme además permite realizar la
búsqueda del producto en base a la distancia y el tipo de precio del mismo
(Regulado o No Regulado).
Esta aplicación fue creada José Augusto
Montiel, un estudiante de ingeniería, de 21 años, quien decidió trabajar en el
invento tras ver a sus padres cada día recorrer los supermercados. Ya cuenta
con más de 4 mil usuarios en todo el país.
5.- Cadenas por Twitter y
Facebook
Esta es la técnica de los más jóvenes,
quienes a través de las redes sociales no sólo avisan en qué supermercado y qué
producto ha llegado, sino que además manifiestan su descontento frente a la
situación que vive Venezuela en materia de racionamiento de productos y
denuncian los locales que se aprovechan para inflar los precios.
Los hastag como #papeltoilet y #harinapan
no han dejado de ser tendencia (trendingtropic) a nivel nacional desde que
comenzó la crisis.
Hay otros que aprovechan para bromear
sobre las respuestas del gobierno, las largas colas frente al supermercado, y
hasta denuncias de robos y asaltos a personas que salen de los comercios con
los anhelados productos.
Un ejemplo de ello: @mari2691 quien
denunció que su madre fue asaltada por varios delincuentes, quienes únicamente
se llevaron el paquete con 12 rollos de papel higiénico.
6.- Sorteos populares
Los venezolanos que no tienen acceso a
internet o redes sociales han recurrido a la antigua tradición de hacer sorteos
populares.
Mildred Prieto, líder comunal del barrio
Los Molinos de Caracas explica con devoción el éxito que tiene la venta de
cupones, cuyo premio es un pack de 4 paquetes de harinas y dos paquetes de 12
rollos de papel higiénico.
“Entre los vecinos nos organizamos,
vendemos cada cupón en 100 bolívares (unos 20 euros) y los domingos hacemos la
rifa. Por suerte, hasta ahora conseguimos los productos aunque con mucho
sacrificio, con las ganancias estamos reparando un pabellón deportivo, poco a
poco”.
7.- Presentes en Amazon.com
Algunas empresas de venezolanos en el
exterior han abierto una nueva línea de negocio, que consiste en ofrecer los
productos más demandados a través de páginas webs como Amazon y EBay, que
llevan el pedido directo a casa.
TheLatinProducy y Mi antojito latino,
son dos de los vendedores que identifican como hecho en Colombia, y que
promocionan en las webs. En ambas empresas, los productos más demandados son el
papel higiénico y la harina de trigo.
El único inconveniente es que el
comprador debe contar con dólares o euros, una situación casi imposible en
Venezuela tras la política de control de divisas que aplica el gobierno desde
hace más de ocho años.
Si en un supermercado, un paquete de
papel higiénico cuesta 1 euro, en estas páginas webs cuesta 10.
9.- Tarjeta de racionamiento
El gobierno implementa un sistema de
racionamiento para limitar las compras de los ciudadanos. Este nuevo método
incluirá 20 productos y será controlado a través de una libreta digital, una
idea similar a la cartilla de racionamiento que utiliza Cuba.
Una de las medidas es la prohibición a
comprar el producto, el mismo día, aún en supermercados diferentes. Algunos
géneros, incluso, no podrán comprarse en cantidad hasta con una semana de
distancia.
10.- Envío express
En los últimos 10 años, más de un millón
de venezolanos ha emigrado a otros países, principalmente a Canadá, España y
Estados Unidos, por lo que en medio de la crisis de racionamiento ha generado
un envío masivo de papel higiénico a Venezuela.
Luis Martínez trabaja como
administrativo de una empresa de envíos desde España hasta Venezuela, y asegura
que en los últimos dos meses han enviado siete containers con papel higiénico
al puerto de La Guaira en Venezuela. “Pero no se trata de ninguna empresa, sino
de familiares que llegan a nuestras oficinas con cajas y cajas llenas de papel
de váter y otros productos”.