Ing. Gerardo González Blanco
ggonzalezblanco@yahoo.com
I
II
Lord Palmerstone fue un
arquetípico hijo de la “grandísima” Bretaña, como decía Andrés Eloy Blanco para referirse a los
hijos de puta ingleses. Fue Canciller del Imperio Británico a mediados del
siglo XIX. Una vez alguien le recriminó alguna traición o acción malvada a lo cual el muy cínico contestó que “ El Imperio Británico no tiene naciones
amigas o naciones enemigas para siempre, el Imperio Británico tiene solo
intereses”. Cruel pero brillante, exacta y lapidaria. Nuestra infeliz diplomacia no entiende eso. El
chavismo tiene una visión primitiva de la diplomacia que divide el mundo entre
naciones panas y hostiles. Chávez nunca entendió que la diplomacia es un
conjunto de reglas de
comportamiento, abominables no hay duda, en que las naciones desde tiempos inmemoriales
se han puesto de acuerdo para no vivir matándose entre ellas; y que si tu
quieres actuar en el concierto de las naciones, por muy “bichas” que estas
sean, hay que aceptar esas reglas, la principal de las cuales es la buena
administración de la hipocresía, la mentira y el buen decir. Lo contrario es aislarse y ser una
autarquía absoluta, algo imposible para un país que vive de exportar un recurso
único y que importa el 70% de lo que se come. Digo esto porque el pobre Maduro
en vez de aprovechar esta oportunidad para enderezar el rumbo y compensar con
buena diplomacia la enorme falta que dejó la muerte del caudillo, no pudo tener
una escogencia mas infeliz cuando nombró a Jaua como Canciller. Este pobre
señor es el “punching bag” del State Department. Cual toro rabioso el muy
pendejo acomete toscamente cuanto trapo rojo le tienden. No discierne ni
razona. Son lamentables sus bravatas y malsonancias apenas alguien se refiere a
Venezuela. Chaderton o Valero, que son los únicos con oficio y veteranía,
deberían soplarle a Jaua que no siga cometiendo necedades. Que no siga
amenazando con sacar el revólver porque a lo mejor no va a tener ni el poder ni
los cojones para disparar.
III
Ante una pregunta impertinente Einstein
dijo que el creía que había dos cosas infinitas: “el universo y la estupidez
humana y del universo yo no estoy muy seguro”. Yo francamente creo que esta
memorable frase encuentra mucho más aplicaciones inmediatas en la vida
cotidiana que su abstrusa y “trincabola” teoría de la relatividad. Es que la
estupidez es pan del día . Si
no veamos el comportamiento de la
oposición venezolana. Los tipos por un lechazo histórico que en nada se debe a
su accionar político, perdieron
apretadamente las elecciones pero tuvieron una extraordinaria , inesperada y
notable victoria política, posicionándose como serios candidatos a tomar el
poder en el relativo corto plazo. Pero que hicieron los muy imbéciles, no
decidieron esperar y trabajar ese brillante futuro si no que se lanzaron en una
clara acción de derrocar al gobierno. Se creyeron que ellos son los dueños de
los votos que los catapultaron a
la casi victoria de Capriles y cual escandalosa bandada de guineos y chillando
como camión cargado de cochinos se han desparramado por el mundo dramatizando
la situación venezolana y pidiendo a gritos que nos intervengan y que nombren
de una vez a esa especie de “neo golden boy” en que la habilidosa fábrica de
imagen de los medios ha convertido al simplón Capriles. Internamente se fueron por la avalancha
de impugnaciones. Lo malo es (...)
Por cierto al abogado impugnador lo vi en
Globovisión predicando su sapiencia al trío de “Buenas Noches” donde el gordo maricón y cabezón del grupo estaba en un rapture
LBGT . Me llamó la atención su aspecto y razonar estólido, su gruesa y
achaparrada apariencia , su ordinariez y falta de clase; un balurdo poco
apuesto pero bien vestido nada más pero que según esa olla de grillos de la
maledicencia que es el twitter, es el marinovio de la vapuleada Mari Cori.
Coño, que mala suerte por la paliza y que mal gusto por lo del marinovio tiene
esta versión venezolana de Pilar Primo de Rivera.