PROTAGONISTAS
Las tres vidas de Bebo Valdés
Tres
vidas vivió Dionisio
Ramón Emilio Valdés Amaro (nacido en 1918 Quivicán) todas marcadas
por la música y las teclas de un piano que ligaron su nombre para siempre a los
años dorados
de la música cubana y el jazz latino.
Su
primera vida con la música fué a partir de los siete años; cantaba, tocaba
maracas y empezaba con el piano. A los 18 años deja su pueblo y entra en el
conservatorio. Comenzó su carrera en salas de fiestas en los años cuarenta.
Entre 1948 y 1957, Bebo
Valdés trabajó como
pianista y arreglista de la orquesta de Armando Romeu
en el Club Tropicana, para después formar su propia big band: Sabor de Cuba.
Tras la
revolución, Bebo
Valdés abandonó Cuba, se
exilió en Estocolmo donde trabajó como pianista en un hotel y desapareció para
el gran público.(...)
Su
segunda vida con la música sucede tras 30 años de silencio. Bebo retoma su trayectoria a los 76 años con el álbum Bebo rides again de la mano de su paisano Paquito D'Rivera. Pero su
relanzamiento definitivo fue gracias a sus intervenciones en la película de Fernando Trueba, Calle
54 .A partir de ahí fueron frecuentes las colaboraciones de Bebo Valdés con Trueba A él le dedicó el director
español el documental de animación Chico & Rita,
dirigido junto al diseñador
Javier Mariscal y cuya banda sonora es del propio Bebo Valdés.
La
tercera vida musical de Valdés, comienza en el 2002 cuando llega su éxito de
ventas y de público: Lágrimas
negras, junto a Diego
El Cigala, donde ambos fusionaban jazz latino, música cubana y
flamenco.
En el
2009 grabó con su hijo Chucho Valdés,
otro pianista grande, Juntos para siempre, el que será su último y el primero de
ambos en común, que les valió el Grammy Latino al mejor álbum de jazz.
Este pianista, compositor y arreglista, firmó en su
extensa trayectoria 171 obras y acaparó un sinfín de galardones, entre ellos
cinco premios de la Música, seis Goya o siete Grammy y fue uno de los músicos
más emblemáticos e innovadores procedentes de la isla caribeña por su fusión
del jazz y la música afrocubana, que destacó como promotor de «jam sessions»
del jazz afrocubano.