Ultradelgadas, extraabsorbentes,
con alas, sin alas, con neutralizador de olores, respirables, flexibles,
biodegradables…
la diversidad de toallas sanitarias disponibles en cualquier supermercado puede
dar una idea de lo mucho que han evolucionado estas compresas desechables desde que empezaron a
comercializarse en Inglaterra a finales del siglo XIX.
Pero es sólo ahora, y gracias a
un médico colombiano, que podrían empezar a utilizarse para algo más que
absorber el sangrado vaginal propio de los períodos menstruales o el postparto.
Efectivamente, durante los
últimos tres años el
doctor Alejandro Vargas ha estado trabajando en el desarrollo de unas toallas
higiénicas "inteligentes", capaces de detectar embarazos y enfermedades como la
diabetes.
"Las toallas tienen unos
componentes bioquímicos y biotecnológicos que les permiten cambiar de color
cuando la orina o el flujo vaginal contienen hormona gonadotropinacoriónica
(hCG, la hormona del embarazo) o niveles altos de glucosa", explicó
Vargas.
"Ya las probamos en nueve
pacientes acá en Medellín y ahora estamos buscando la financiación de algunos
inversionistas que nos permita hacer una investigación epidemiológica un poco
más amplia, para que haya mayor credibilidad y mayor confianza por parte de las
multinacionales de absorbentes", detalló.
Los planes de Vargas, sin
embargo, no se agotan ahí.
Su objetivo es desarrollar
toallas que también puedan
ayudar(...)
en la detección de enfermedades de transmisión sexual como sífilis,
hepatitis B y VIH;
así como infecciones urinarias, infecciones vaginales y problemas de anemia.
"En Colombia estimamos que
casi el 35% de las mujeres presentan algún nivel de anemia, y eso tiene efectos
laborales, académicos, de relaciones interpersonales", explicó el galeno.
"Entonces imagínate el
valor que tendría que una mujer, independientemente de sus condiciones
socioeconómicas, pudiera, con un dispositivo que usa todos los meses, saber si
tiene anemia o no".
Sistema de alerta
El concepto, que ya está siendo
patentado en Estados Unidos, podría revolucionar el mercado de los productos
de higiene femenina,
que se estima alcanzará los US$ 14.300 millones en el año 2015.
La inmensa mayoría de
compradoras de toallas sanitarias desechables se encuentra en los países
desarrollados, pero su uso está creciendo rápidamente en las economías
emergentes, donde muchas mujeres tienen dificultades accediendo a los servicios
de salud.
Y esta realidad bien conocida
por el Dr. Vargas, quien tiene una especialización en epidemiología y abundante
experiencia trabajando con comunidades marginadas.
"Yo trabajé mucho con
comunidades campesinas y mujeres victimas del desplazamiento forzado en
Colombia. Y me di cuenta que una de las grandes dificultades que tiene nuestro
territorio y América Latina son las grandes distancias geográficas que tienen
que recorrer las mujeres, niños y niñas para llegar a puestos de salud o
puestos de laboratorio", dijo Vargas.
"Y claro, cuando ellas no
sienten las enfermedades, no tienen los síntomas, pues se demoran aún más para
consultar".
"Así que este producto está
diseñado para que todas las comunidades, pero sobre todo las indígenas, las
comunidades afrodescendientes, las comunidades campesinas más pobres, tengan
una herramienta costo efectiva que les alerte (sobre posibles enfermedades)
para que se apresuren a acudir a un puesto de atención primaria", explicó.
Por ello, y según los cálculos
del galeno, el
costo de las toallas inteligentes no debería exceder en más de un 15% el de las
que actualmente están en oferta.
"Calculamos
el costo del producto con el kit que le involucramos a la toalla, el tiempo
adicional de manufactura y todo lo que tiene que ver con plan de mercadeo y
negocios y lo estimamos más o menos en US$2,3 por unidad".