Por Teresa Romanillos
Consumir frutos rojos y llevar un estilo de vida
saludable reducen en un 32% el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular en
las mujeres
Los accidentes cardiovasculares son una
de las principales causas de muerte en los países desarrollados. Dos estudios
recientes aportan algunas claves para cuidar el corazón, sobre todo, en las
mujeres. En este artículo se explican las razones por las que comer frutos rojos y dejar de
fumar, con la ayuda de un tratamiento que evita el aumento de peso, pueden ser
las claves para vivir más y mejor.
Frutos rojos con corazón
Las mujeres que siguen una
dieta rica en frutos rojos reducen en un 30% el riesgo de padecer un infarto. Estas son las conclusiones a las que
ha llegado una investigación reciente publicada en 'Circulation', una de las
más prestigiosas revistas de cardiología. De esta manera, los autores apuntan
que comer tres o más porciones de arándanos o fresas a la semana disminuye de
manera clara, las probabilidades de sufrir un infarto.
El estudio, liderado por investigadores
de la Escuela de (...)
Salud Pública de Harvard (EE.UU.), consistió en llevar a cabo
el seguimiento de 93.600 mujeres, que tenían entre 25 y 42 años al inicio del
mismo. Durante un periodo de 18 años se les consultó acerca de sus hábitos
alimentarios, estilo de vida e historia clínica personal y familiar.
Los resultados muestran que quienes
comieron frutos rojos tres o más veces por semana tuvieron un riesgo de infarto
un 32% menor que las que los consumieron de manera esporádica. Los científicos
observaron que las mujeres que seguían una dieta rica en estos frutos también
llevaban un estilo de vida más
saludable: no
fumaban, hacían ejercicio físico y tenían una dieta rica en fibra y vegetales,
sin exceso de calorías y con pocas grasas animales.
Quienes comieron frutos rojos tres o más
veces por semana tuvieron un riesgo de infarto un 32% menor que aquellas que lo
hicieron de forma puntual
Sin embargo, también concluyeron que el beneficio que suponía
incorporar frutos rojos a la dieta era independiente de los hábitos que se
llevara. De acuerdo
con los autores, el efecto protector de los frutos rojos
es debido al alto
contenido de antocianinas que estos poseen. Estudios anteriores ya habían demostrado que
este grupo de flavonoides
contribuye a la protección de la pared interior de las arterias y al control de
la presión arterial.
Si bien la investigación se enfocó en fresas y arándanos, las antocianinas se encuentran
también en gran variedad de frutas, tales como cerezas, moras, frambuesas, grosellas, uvas negras e, incluso,
naranjas y berenjenas.
Las antocianinas son unos pigmentos de
color presentes en las células vegetales que proporcionan a las hojas, flores y
frutos de algunas plantas, una coloración roja, púrpura o azul. Diversos
trabajos constatan sus propiedades antioxidantes y antiradicales libres. Además
de proteger las arterias, las antocianinas también tienen efectos beneficiosos
en el control metabólico de la glucosa y los lípidos.
Dejar de fumar para cuidar el corazón,
pero sin engordar
El tabaco es un enemigo declarado de la
salud del corazón,
pero la tasa de fumadoras
se ha disparado en las últimas décadas. Por eso, una de las mejores maneras de cuidar el corazón es
dejar de fumar, aunque
hacerlo no es tarea sencilla.
Además, muchas personas que se plantean
abandonar el tabaquismo están preocupadas por el incremento de peso asociado,
sobre todo, la población femenina. Sin embargo, este problema podría ser cosa
del pasado gracias a la naltrexona, un fármaco ya conocido, usado en algunas terapias de
deshabituación.
Hasta la fecha, la naltrexona es el mejor
medicamento para las mujeres que quieren dejar de fumar sin aumentar de peso
Un nuevo estudio con este medicamento
ha demostrado que podría ser también útil para evitar el aumento
de peso que sufren muchos exfumadores. Los resultados muestran que,
aunque el fármaco no ayudó a las mujeres a dejar de fumar, las que consiguieron
renunciar a los cigarrillos engordaron la mitad de lo esperado durante el proceso.
Por el contrario, la naltrexona sí ayudó a los hombres, quienes abandonaron con
más facilidad el tabaco. Pero en este caso no se observó ninguna reducción en
el incremento de peso.
Los autores explican que hasta la fecha
este es el mejor medicamento para las mujeres que quieren dejar de fumar sin
aumentar de peso. También dicen que es posible que el fármaco reduzca el deseo
de comer grasas y azúcares cuando se quiere abandonar el hábito tabáquico.
La realidad es que el temor de ganar unos kilos
puede hacer que algunas personas pospongan la decisión de dejar de fumar. Hasta la fecha, se pensaba que tras
un año sin tabaco, los exfumadores
tendían a una ganancia media de tres kilos, pero un estudio reciente, publicado
en 'British Medical Journal', demuestra que este aumento es algo mayor, en
concreto, entre
cuatro y cinco kilos.
Para ello, los investigadores cruzaron
los datos de otros 62 estudios clínicos en los cuales se analizaba la variación
de peso en personas que dejaban de fumar. Observaron que el mayor incremento de
peso se daba durante los primeros seis meses después de prender el último
cigarrillo y que era independiente de si el paciente dejaba de fumar con o sin tratamiento.
Según los resultados, el primer mes se aumenta como promedio 1,12 kilos; el
segundo, 2,26; 2,85 al tercer mes; 4,23 a los seis meses; y, al año de dejarlo,
el incremento es de 4,67 kilos. No obstante, los cambios en el peso varían
mucho, de forma que, al año, entre el 16% y el 21% de los exfumadores perdía
peso y un 13% de los que habían abandonado el tabaco engordaba más de 10 kilos.
Los investigadores alertan de que no se deben
malinterpretar los resultados del estudio, pues las ventajas de dejar el tabaco son, sin lugar a
dudas, considerablemente mayores a los problemas asociados al ligero aumento de
peso.