Papá Noel no siempre fue un hombre
mayor con barriga y barba al servicio de los juguetes y los niños. Descendiente
de San Nicolás, de Odín y del Coco, Papá Noel fue también un profano vendedor
de refrescos y jabones, libertino y bebedor.
"Papá Noel fue profano antes de
ser religioso y ha vuelto a ser profano", resume Jean-Pierre Guéno, autor
del libro recién publicado en Francia 'Cher Père Noël' ('Querido Papá Noel').
Es conocido San Nicolás, patrón de
los niños, aparecido en el año 343 con su mitra y su báculo. Pero los nórdicos
veneraban también a Odín y a Papá Noel, subraya Nadine Cretin, historiadora y
especialista en la figura de este último. Odín viajaba a caballo y tenía una
larga barba blanca.
Los Celtas celebraban la llegada de
la estación "oscura" con la fiesta de Samhain, durante la cual ya
había que "hacer regalos a los niños, depositarios del futuro",
explica Cretin. Una tradición parecida a la de Halloween y Navidad.
Con los regalos, llegaron los
"donantes" y, en la genealogía de Papá Noel, en ese rol aparecen las
figuras de San Nicolás, Santa Claus o el niño Jesús, según las distintas
religiones.
Algunos personajes tienen una imagen
ambigua, amable e inquietante. Así, no lejos de San Nicolás se encontraba el
Coco o, en Italia, la bruja Befana, que deja carbón a los niños que se portan
mal, como los Reyes Magos en España.
Con el siglo XIX se multiplicaron las
representaciones de Papá Noel. Su imagen actual se concretó en Estados Unidos
gracias al ilustrador Thomas Nast, (...)
de la revista Harper's Illustrated Weekly,
quien "lo humanizó", explica Guéno. Fue Nast quien "lo vistió
con un traje rojo, con adornos de piel blanca y realzado con un gran cinturón
de cuero".
En 1856, la escritora George Sand
escribió su pasión por "el bonachón hombre mayor de barba blanca que a
medianoche debía dejar un regalo en su pequeño zapato".
-- Reservado para los adultos --
Los años siguientes fueron todavía
complicados para Papá Noel. En Francia, varias revistas se burlaron de él,
hasta el punto de presentarlo junto a mujeres desnudas en 1905 y también
durante los años 1920 y 1930. En Estados Unidos, se convirtió en representante
comercial: la bebida Canada Dry explotó su imagen, cuando no estaba ocupado
vendiendo jabones o bolígrafos, tabaco y alcohol.
A partir de 1931, Coca Cola
contribuyó "a su mundialización", especialmente a su llegada al
hemisferio sur, explica Nadine Cretin.
Según Guéno, el colmo de la
instrumentalización "innoble" se alcanzó durante la Segunda Guerra
Mundial con el mariscal Philippe Pétain, quien propuso a los niños de los
prisioneros franceses en Alemania escribir la carta más bonita de Navidad a su
padre detenido. Los ganadores tenían derecho a la visita del prisionero en
Navidad, antes de ser enviado de nuevo a su lugar de detención.
En 1951 se produjo una nueva
controversia. En Dijon, en el este de Francia, el 24 de diciembre una efigie en
papel de 2,50 metros de Papá Noel fue quemada delante de la catedral y ante
varios cientos de niños por una decisión del clero, que quería condenar a este
"herético" difusor de mentiras.
Sesenta y un años después, a
principios de diciembre de 2012, en una guardería de Montargis, en el centro de
Francia, Papá Noel se encontró con la puerta cerrada. Según la directora del
centro, se trataba de respetar los valores "laicos". Algunos padres
hablaron de "presiones de familias musulmanas". Papá Noel finalmente
pudo pasar.
Este incidente es "desolador",
ya que "ignora que Papá Noel tiene un origen completamente pagano y no
religioso", explica Martyne Perrot, socióloga en la Ecole des hautes
études en Sciences sociales (Escuela de Estudios Superiores en Ciencias
Sociales). "La Navidad se ha convertido en una fiesta comercial y los
niños la celebran en todos los sitios. Incluso en China y en Japón está
empezando".