no acabó con la especie como se creyó
Todos nos lamentamos no solo por la muerte del
ícono de Galápagos y su lucha por la conservación animal, sino porque los
científicos anunciaban que dejó de existir la especie Chelonoidis abingdoni, la cuarta especie extinta según los
registros del Parque, ubicado a 1.000 km frente a la costa continental y
declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad hace tres décadas
Pero esta aseveración era demasiado seria para
ser dejada sin una investigación. Fue así como la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DNPG)
y la Universidad estadounidense Yale, identificó nueve hembras, tres machos y
cinco jóvenes con genes de la especie de tortugas gigantes de la isla Pinta,
después de analizar (...)
más de 1.600 muestras recogidas en el año 2008 en el volcán
Wolf.
En el comunicado de DNPG se sostiene que hay una posible
existencia de híbridos adicionales en el volcán Wolf, incluso individuos de
Pinta posiblemente puros y ante esta noticia que el “descubrimiento marca el primer paso hacia la
recuperación de la especie Chelonoidis abingdonii, mediante un programa de
reproducción y crianza en cautiverio”.
Estas tortuguitas que hoy alcanzan entre 30 mil y 40 mil,
según el reporte de los investigadores que cuyos resultados serán publicados en
la revista Biological Conservation, fueron trasladadas hasta Galápagos una vez
que los marinos de barcos balleneros las tiraban por la borda cuando ya no les
servían de alimento.
Los piratas entre los siglos XVIII y XIX se comieron a
varias especies, una de las razones de que George quedara solitario, e
incorporaron depredadores que atacaron la biodiversidad de la isla.
VeoVerde