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27 noviembre, 2012

MUERTE DE SOLITARIO GEORGE...


no acabó con la especie como se creyó

Todos nos lamentamos no solo por la muerte del ícono de Galápagos y su lucha por la conservación animal, sino porque los científicos anunciaban que dejó de existir la especie Chelonoidis abingdoni, la cuarta especie extinta según los registros del Parque, ubicado a 1.000 km frente a la costa continental y declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad hace tres décadas
Pero esta aseveración era demasiado seria para ser dejada sin una investigación. Fue así como la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DNPG) y la Universidad estadounidense Yale, identificó nueve hembras, tres machos y cinco jóvenes con genes de la especie de tortugas gigantes de la isla Pinta, después de analizar (...)
más de 1.600 muestras recogidas en el año 2008 en el volcán Wolf.
En el comunicado de DNPG se sostiene que hay una posible existencia de híbridos adicionales en el volcán Wolf, incluso individuos de Pinta posiblemente puros y ante esta noticia que el “descubrimiento marca el primer paso hacia la recuperación de la especie Chelonoidis abingdonii, mediante un programa de reproducción y crianza en cautiverio”.
Estas tortuguitas que hoy alcanzan entre 30 mil y 40 mil, según el reporte de los investigadores que cuyos resultados serán publicados en la revista Biological Conservation, fueron trasladadas hasta Galápagos una vez que los marinos de barcos balleneros las tiraban por la borda cuando ya no les servían de alimento.
Los piratas entre los siglos XVIII y XIX se comieron a varias especies, una de las razones de que George quedara solitario, e incorporaron depredadores que atacaron la biodiversidad de la isla.
VeoVerde