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26 septiembre, 2012

GUERRAS HUMANITARIAS




GerardoGonzálezBlanco                              ggonzalezblanco@yahoo.com

En el pasado  Inglaterra, que fue la potencia dominante en el mundo hasta la primera guerra mundial, establecía su  dominio en los países más débiles usando de manera descarada y abierta su poderío militar para conseguir sus objetivos. A esa infamia hasta le dieron un cínico nombre: “Gunboat Diplomacy”, en castellano: “Diplomacia de las cañoneras”: Les importaba un bledo lo que pensaran las demás naciones: sus intereses eran mucho mas importantes que las incontables muertes y atroces saqueos de los pobres países a los que la “Pérfida Albión” “les ponía el ojo”.
Bien entrado el siglo XX y luego de dos devastadoras guerras mundiales y de  incontables guerras menores,  las potencias occidentales dominantes se dieron cuenta de que ya no era práctico violar al mundo usando la pura fuerza bruta, era necesario  disfrazar las apetencias y razones imperialistas de las potencias presentando sus fechorías como acciones que era indispensable realizar para obtener logros altruistas. Cuando EEUU tiró las dos bombas atómicas sobre un Japón inerme e indefenso, Truman el canalla mayor de entonces  dijo algo así: “Nos vimos obligados a lanzar las bombas para proteger la democracia mundial y la vida de nuestros heroicos soldados de la maldad nipona”. Todo eso era mentira, tiraron las bombas atómicas solamente para probar sus verdaderos efectos sobre el ser humano a gran escala. El resto era pura mierda mediática. Desde esa época son incontables los eslóganes que las agencias de publicidad del Imperio han echado a rodar cada vez que quieren justificar una atrocidad: la teoría del dominó, la defensa del mundo libre, el imperio del mal y decenas de monsergas parecidas.  El último lema es el de guerra humanitaria que tuvo su origen cuando EEUU y sus pegboys de la Unión Europea trataron de justificar la destrucción material y política de  Yugoslavia mediante miles de “bombardeos   humanitarios” que los inocentes militares de EEUU y la OTAN lanzaban con lágrimas en los ojos y corazón contrito. ¡Que hijueputas! Una de esas mierdas humanas que a guisa de venderse y torcer al máximo los principios éticos solo para ser considerado como un “intelectual de izquierda moderado y progresista” como Vaclav Havel fue el infame que acuñó la frase en una entrevista en el diario  francés LE MONDE en 1990.  Comenzó a ser utilizada nuevamente cuando quedó claro que todos los pretextos para justificar  la invasión a Irak eran asquerosas falsedades inventadas por la “inteligencia” gringa e inglesa. Luego de cien mil muertos y la destrucción total de la infraestructura iraquí,  Bush , el criminal de guerra y retardado mental que se robó la presidencia de EEUU, dijo que toda esa sangrienta perversidad era por el bien de los iraquíes , para que tuvieran una democracia  y plena libertad, que todo era con fines humanitarios. Demás está decir que esa justificación fue aceptada por los mas grandes cabrones y alcahuetes de la modernidad: los medios de comunicación y sus vasallos los periodistas. Y como nadie dijo nada, estos criminales que detentan el poder en EEUU, siguieron con sus planes de apoderarse sin intermediarios del petróleo y demás recursos energéticos o industriales donde los hubiera y de paso eliminar cualquier escollo que se les interpusiera. Eso es lo que explica la cantidad de “guerras humanitarias” que EEUU cual macho alfa seguido de las hembras en celo de la UE, de Israel y ahora de los  democráticos y humanitarios reyezuelos árabes  del Golfo, han desatado en el medio oriente. Libia, Siria, Yemen  y Somalia han sido  las primeras víctimas de esta riada de humanitarismo Occidental. Afganistán, Irak y Paquistán reciben a diario toneladas de amor humanitario de esta horda liberadora y democratizadora.

La vaina funciona así: EEUU decide a que país hay que joder. De inmediato las guacharacas de los medios comienzan a presentar los inventos de la CIA y otras agencias como verdades absolutas y se crea la imagen más negativa posible del líder a quien hay que joder. Luego se crea un grupo de renegados con un nombre atractivo y solemne; luego se recluta una banda de forajidos y se les arma hasta los dientes, se declara la guerra interna, se cometen toda clase de atrocidades y se culpa al gobierno hasta lograr la intervención militar de las superpotencias. Mientras tanto  EEUU vende las armas a los países del golfo pérsico y estas armas van a parar a manos de los “rebeldes”. Si la cosa sale bien, se atiborran de riquezas como en el caso de Libia, y si les sale mal, quedan como paladines de la democracia a quienes los malvados rusos y chinos les ha impedido liberar, democratizar y purificar a punta de bombas a esos sirios malucos. Negocio perfecto y redondo donde los únicos perdedores son los pobres habitantes del país al que “se le puso el ojo”.