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05 julio, 2012

ESPECIAL DE VIGIRIMA


Rodeados de Legados Aborígenes

Por: Lucía Cruz        
                                                                           
Una asombrosa demostración de las etnias indígenas que ocuparon territorio en estas tierras Guacareñas, hace más de 7 mil años, lo conforman, sin duda alguna, los fascinantes petroglifos que rodean nuestras montañas. En las adyacencias del río Vigirima,  municipio Guacara, Edo. Carabobo, reconocemos varios grupos rocosos, estas representaciones megalíticas se ubican muy próximas unas a otras.   En éstos monumentos se ubicaron 4 técnicas distintas en su elaboración, los grabados son totalmente diferentes y únicos,    especialistas del tema aseguran que los monolitos representaban a una expectación mágico – religiosa, de distintos conjuntos de indígenas que utilizaban esta ruta. Vigirima, tierra agrícola y además virtuosa, por guardar en sus entrañas éstas  piezas antiguas con atractivos grabados, que forman parte, de nuestra identidad cultural (...)
y que han merecido el estudio y la atención de  investigadores, de la talla de Omar Idler,  entre muchos otros.                                                 

Foto cortesía de Juan J. Lugo Escalona
      Crònista de  la  Ciudad de Guacara
      Tomada del libro:
      Autor:   Omar   Idler  “Petroglifos   de  
      Tacarigua”.
      Ediciones Ateneo de Guacara.    (1985)        77 p.  




               FOTO: LUCIA CRUZ
               DIOSA DE LA LLUVIA

La Recordada Quinta Pimentel

Por: Lucía Cruz


Ahora llamada “Quinta La Pimentelera” es una hermosa casona antigua que data desde principios del siglo XX. Ubicada en los valles verdes de Vigirima, municipio Guacara, Estado Carabobo. La mencionada casona muestra una estructura colonial que no pasa desapercibida por los turistas que tanto le visitan los fines de semana.  Como dato importante tenemos que fue para aquel entonces, la hacienda cafetalera más innovadora de Latinoamérica.  Su más importante dueño fue Antonio Pimentel en los años 30, en esos momentos nuestro país era gobernado de manera dictatorial por el tachirense Juan Vicente Gómez.          
 Las incontables fiestas que se amenizaron en su interior la hicieron famosa, personalidades    de la alta sociedad y del gobierno disfrutaban de ambientes bailables, a su vez, de la amplia piscina muy moderna para la época, con piso de porcelana de origen francés siendo de un grosor y calidad que aún se mantiene intacta. Se llenaba con el agua del río que pasaba mediante una tubería y caía en forma de cascada sobre una espectacular roca.   Pimentel, puso a producir  a gran escala el café y el cacao teniendo una maquinaria para la época muy moderna. La trilladora por ejemplo, consistía en moler el café una vez colocado dentro del artefacto.   La quinta la Pimentelera se encuentra rodeada de una extensa vegetación, un clima de montaña fascinante, un transparente río que le da cobijo a innumerables pececitos que se pasean libremente por sus aguas.Luego de un largo abandonado  Katti Felh la acondicionò y le llenò de una gran diversidad de fauna que empezó a desaparecer al  poco tiempo de su muerte, a los espacios de la Quinta le cubrió nuevamente un manto de abandono, hasta que tiempo después por diligencias de la comunidad y el consejo comunal,  los organismos competentes se vieron en la obligación de acondicionar el espacio, en jornadas de limpieza y la asistencia de un grupo de vigilantes.  Mitos y leyendas envuelven a este museo histórico rodeado de montañas plasmadas de legados aborígenes de una cultura antigua.          
Vigirima, hermoso poblado agrícola, un pedacito del Estado Carabobo, recibe con los brazos abiertos a los turistas que vienen a disfrutar de sus placeres y a compartir con su gente amable. Podemos conseguir artesanías, dulces criollos, el tradicional sancocho y las cachapas. Como gran punto de interés posee además el Parque Arqueológico Piedra Pintada, ubicado en el sector tronconero.                                                                                                                     Este emporio natural vio nacer al Prócer General Diego Ibarra, quien fue íntimo amigo de nuestro Libertador Simón Bolívar.