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18 mayo, 2012

LA LANGOSTA




Gerardo González Blanco                       ggonzalezblanco@yahoo.com
Mi abuela paterna fue testigo presencial de varias de las invasiones de langosta que azotaron el Oriente venezolano, mas notablemente a fines del siglo XIX y comienzos del XX. Mi parlanchina abuela se deleitaba contándome con lujo de detalles la tremenda devastación y ruina que las inmensas manadas de insectos causaban a su paso. Nada quedaba en pie. Todo quedaba contaminado y las consecuencias eran terribles para las poblaciones atacadas. Decía mi abuela: “el conuquito de Cayaurima lo arrasaron  en minutos y lo que quedó fueron los toconcitos del maíz”; “los bichos se cagaban en cuanta laguna o tinaja (...)
de agua encontraban”; “pasamos el hambre hereje en el ¨85 (se refería al año 1885) por culpa de la langosta”; “pero menos mal que las manadas pasaban bien rápido y no jodían si no unos diítas nada mas, por eso la estoy contando”.
Y es que estos animalitos cuando se arrechan y se juntan por millones no hay quien los pare. Como será que hasta en la Biblia aparecen como  el primer chicharrón de las “Siete Plagas de Egipto”, que arrodillaron al poderoso faraón y permitieron que los judíos escaparan y siguieran jodiendo la paciencia del mundo y en particular de los palestinos tres mil años después.
Yo quedé tan impresionado por los cuentos de la abuela, quien seguramente le pondría su poquitico de aliño andaluz a la narración, que hasta rezaba para que  en Venezuela no volviera la langosta nunca más. Y por fortuna, salvo algunos brotes que han caído en el Oriente venezolano sin mayores consecuencias, las  inmensas nubes de ese tipo de insecto de la familia de los Acrídidos que llamamos “la langosta” ya no son una amenaza y salvo algunos memoriosos como el suscrito, ya casi nadie la recuerda. 
Sin embargo, ahora por desgracia nos ha caído una infestación de langostas peor que las de los cuentos de mi abuela. Una marabunta que no es pasajera. Que ya tiene años enseñoreada en el país y cuyo destrozo es muchísimo mayor y peor que los que el fenómeno natural de los enjambres de saltamontes enardecidos causó en el país de hace 100 años. Esa nueva peste no está formada por insectos nobles que solo cumplen un mandato ineluctable dictado por las inmancables leyes evolutivas. La Nueva Langosta está formada por lo “mejor” de lo peor de la sociedad venezolana: mediocres, incompetentes, resentidos, militares y logreros de toda índole que le ha entrado a saco a lo que quedaba del saqueo de los malos gobiernos anteriores. Si, por si no se han dado cuenta me refiero a esta horda de cretinos que actualmente “administra” al Estado Venezolano; y digo “Estado” porque la devastación es por parejo en los no se cuantos Poderes que actualmente lo conforman.
La analogía de esta vaina que nos gobierna con la langosta real es inevitable. Veamos algunos ejemplos notables: la devastación y envilecimiento que la langosta rojita ha causado en PDVSA, que si bien no era ninguna gran vainota, por lo menos tenía un cierto grado de excelencia. No tanto como los viudos de PDVSA dicen pero sin duda muchísimo mejor que lo que tenemos en la actualidad. Antes los tercios robaban con mesura y hasta con elegancia. Ahora Ramírez y su numeroso combo perpetran atracos multimillonarios a la luz del día, y hasta lo celebran junto con el presidente con la anuencia de la Contralora y de la Fiscal.  Otro ejemplo, bastó con que la Nueva Langosta aterrizara en el sector eléctrico para que el panorama que antes no era muy bueno, se convirtiera en un páramo yermo de inteligencia y plagado de guisadores de toda índole. Se han tragado cerca de un millardo de US$ y la vaina ahora es peor.  La cochina tragicomedia que día a día se representa en esos chiqueros que llaman “refugios”. Vaya a ver en que se ha convertido el majestuoso edificio del Hipódromo Nacional de la Rinconada; el Sambil de la Candelaria, el edificio del Chorro donde Ud. tiene que andar con cuidado para que una bolsa llena de mierda lanzada por algún hijo de puta del soberano “dignificado” no le caiga encima. Vaya a ver el desastre urbano, económico y social que la Nueva Langosta ha causado en El Rosal cuando le puso las patas a los mejores edificios de la zona para instalar cuanta vaina se la antoje al logorreico presidente. El olor a miao y mierda en la zona, producto de los desechos orgánicos de los “dignificados” es impresionante. El bastardeo del Teresa Carreño y del expropiado Ateneo de Caracas.  El  encanallamiento de CONATEL. Lo que está ocurriendo con la CANTV dirigida por unos imbéciles que ni siquiera son ingenieritos de los de ahora, va palo abajo. Dígame Ud. esa atroz vagabundería del cable submarino con Cuba y ese  fiasco que es el satélite Simón Bolívar. La degradación del grado de servicio y los negocios turbios son el nuevo emblema de la CANTV chavista y  “neo langostérica”
Los bancos nacionalizados, las empresas, los hatos, las haciendas y negocios de toda índole “expropiados” y pasados a la administración de la Nueva Langosta. La “putificación” de la Asamblea   y del sistema económico nacional, la inflación inclemente, la forma en que Chávez se defeca en lo que queda de las instituciones y en la pobre Constitución, la abismal mediocridad de todo el sistema judicial que ha desatado una anomia y violencia ciudadana nunca vista y que cuesta ríos de sangre; la forma en que la acción de la nueva langosta ha envilecido al pueblo, convirtiéndolo en pedigüeños de oficio. Todo esto son algunos de los “logros” de la Nueva Langosta, con el agravante de que la destrucción y el saqueo a diferencia de la casi inocua langosta real, no amaina, por lo contrario, estos nuevos ortópteros le dan quinto y raya a los pobres saltamontes de la naturaleza y tienen todas las intenciones de seguir saqueando  y “langosteando” a placer a costilla de nosotros los mas pendejos. ¡Carajo, ah malaya una tonelada de DDT para acabar con esta pesadilla que nos apabulla, y esta vez sin distingo de sexos!