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25 marzo, 2011

Opiniones I

G. González Blanco
ggonzalezblanco@yahoo.com

Hay tanta tela que cortar en este embochinchado ambiente político que vivimos en la Venezuela de los comienzos de la segunda década del siglo XXI que voy a referirme solamente a dos asuntos en este artículo.

LAS INTERPELACIONES: Hace ya unos cuantos artículos y hastiado de la mediocridad y mezquindad en que se había precipitado el movimiento revolucionario que con tanto fervor apoyé desde sus inicios, informé a los lectores que me declaraba partidario de una tercera vía política que pudiera marcar una ruta diferente a la que siguen los dos estólidos (no sólidos, ojo) bloques en que se ha dividido el campo político nacional. Si alguna duda llegué a albergar en algún momento, luego de contemplar “en vivo y en directo” (debo decir que con un desvergonzado ventajismo de la ANTV hacia las huestes rojizas) la performance de la flor y nata de los parlamentarios opositores y gobierneros en las sucesivas y pavosas interpelaciones, mi posición de adamantino adversario de ambos parcialidades se justificó con creces. ¡Qué buena colección de “nulidades engreídas” se han dado cita en esa anodina Asamblea Nacional! .Cuanto echo de menos las relampagueantes intervenciones de Domingo Alberto (el viejo), las mesuradas e impecables de Caldera o de Morales Bello, con quienes podía no estar de acuerdo pero siempre admirando su innegable facundia oratoria. Ahora, en cambio, tenemos en ambos bandos un montón de oradores mondongueros, con poco dominio del idioma y de la oratoria. Unos enalteciendo la indefendible y mediocre acción de gobierno y otros preguntando memeces salidas de los programas de Globovisión. Como sería el papelón que hasta el gordo Tarre Briceño y Diego Bautista Urbaneja, antichavistas de uña en el rabo, fustigaron la incolora actuación de sus protegidos. Definitivamente si esas son las únicas opciones, conmigo no cuenten, que ya de imbéciles estoy hasta la coronilla.

LAS VIVIENDAS DIGNAS: No hay duda, Chávez es un mago de los calificativos populistas que le llegan al corazón al ejército de buscones en que este estilo de gobierno populachero ha convertido al otrora “pueblo soberano”. En Diciembre pasado, aprovechando de la manera más rastrera los problemas de los perjudicados por las lluvias y sus consecuencias, el tercio tuvo los riñones de exclamar a voz en cuello que “…de ahora en adelante si tendremos un verdadero plan de viviendas que etc. etc.…”. Casa gratis” pa tuelmndo pues”. Que cojones los del comandante-presidente de los áulicos: a los 12 años de gobierno es que se les viene a ocurrir la genial idea de que un plan de viviendas es necesario. Bueno, después de semejante boutade, lo que se esperaría de un gobernante razonablemente competente, sería la formulación de ese tal plan; pero dos meses después del disparate, lo que hemos visto es una serie de acciones provocadoras de toma arbitraria de terrenos, invasiones y una tonelada de estupideces tales como lo de las 300.000 casas por año de aquí al 2017. Yo me pregunto: Esos ministros que se le arrastran a Chávez ¿Tendrán idea de lo que significa esa descabellada propuesta? Yo recuerdo que en el mejor gobierno del siglo XX como lo fue el de Caldera I (1969-1974) una de las promesas electorales fue la de “100.000 casas por año”. Yo fui testigo de cómo hubo que hacerse el loco con semejante promesa. Cuando se sacó la cuenta de lo que había que tener y hacer significaba disponer de más de un tercio de todos los recursos del estado para lograr el objetivo; y eso a pesar de que Caldera contaba con la flor y nata de la ingeniería civil, no era sustentable. Lo demás es historia, nunca se han podido construir esas 100.000 casitas por año. Y este badulaque que tenemos como presidente de uno de los gobiernos más incompetentes, ignorantes y rapaces que hemos sufrido, viene a prometer el triple. Conociéndolos como los conozco, apuesto lo que sea y con quien sea que ese delirio populista y electorero no se alcanza ni con la ayuda de Mandrake y Supermán, contimás con la cuerda de incapaces jalabolas que integran el gabinete chavista. Es imposible que de este cachicorneto gobierno se pueda lograr coordinar y ejecutar algo tan enorme. Tener a tiempo los proyectos, la permisología, los terrenos urbanizados, los materiales necesarios, el transporte de los mismos, el recurso humano, la organización, la dirección, la coordinación de los entes responsables y el clima legal de tolerancia que debe de imperar, hacen nugatoria toda posibilidad de realizar esta propuesta. Como me hace acordar este disparate al del Gasoducto Caracas-Buenos Aires, que llevaría en cantidades enormes un gas extraído en Venezuela existente solamente en la acalorada imaginación del Comandante-Presidente y que tanta vergüenza nos ocasionó como País.