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11 enero, 2011

La crítica musical europea premia a la cantante y activista saharaui Mariem Hassan por su último disco, 'Shouka'



Por CARLOS FUENTES

El disco español del año es saharaui. Shouka, tercer álbum de la cantante exiliada Mariem Hassan, se ha convertido en la referencia de 2010 para las músicas étnicas producidas en España. Cincuenta periodistas de veinte radios europeas lo han elegido como cuarto mejor disco étnico de la temporada, tan sólo por detrás de Sierra Leone's Refugee All Stars (Rise and shine), Hindi Zahra (Handmade) y Ali Farka Touré con Toumani Diabaté (Ali & Toumani) en una selección final de doscientos discos sobre 866 candidatos. "Que la música tradicional saharaui sea reconocida en todo el mundo me enorgullece, me llena de alegría ver a mi pueblo contento", señala Mariem Hassan en conversación telefónica desde el campamento de refugiados en Tinduf (Argelia). "Shouka es una espina clavada desde que España nos abandonó y nos olvidó", dice.

Mariem Hassan es una hija más de la diáspora saharaui. Nació en 1958 en la ciudad de Smara, en la antigua provincia española número 53, y con 17 años salió al exilio. Con su familia huyó en los coches de sus dos hermanos, antiguos militares en el Sáhara. Hassan pasó 30 años en Tinduf hasta que hace ocho se trasladó a Sabadell, donde reside con sus dos hijos. Comenzó a cantar con el grupo Mártir El Uali, con el que grabó Polisario vencerá en 1982. Seis años después participó en el disco colectivo de voces saharauis femeninas A pesar de las heridas y, en 2002, se unió al grupo Leyoad del guitarrista Nayim Alal.

Portavoz del Sáhara
Su anterior entrega, ya en solitario, Deseos, se grabó en Madrid en 2005. Con los años, superado un grave cáncer, su canción desgarrada, telúrica se ha convertido en portavoz de las penas de su pueblo. "Cuando empezó la guerra, la música se utilizó para animar al pueblo en aquellos días difíciles. Y nos ha acompañado en nuestro exilio", explica Mariem Hassan. "Canto a la vida, a nuestras costumbres, pero también tengo canciones de resistencia, y estoy contenta de que Shouka explique al mundo que hay un pueblo que vive en el desierto que no se ha olvidado de cantar".

Hassan retoma en su disco una queja histórica: las promesas incumplidas por España. Y lo hace con valentía en la denuncia. La canción titular (espina, en árabe dialectal hasanía), rescata el histórico discurso que Felipe González pronunció el 14 de noviembre de 1976 en los campamentos de refugiados: "Para nosotros", se escucha decir al entonces líder del PSOE, "no se trata ya del derecho de autodeterminación, sino de acompañaros en vuestra lucha hasta la victoria final". Pero la victoria nunca llegó.

"Shouka es nuestra espina, la que llevamos clavada desde que González nos visitó y dijo que, cuando ganara, los saharauis iban a volver al Sáhara, que él nos iba a ayudar. Pero ganó y se olvidó de ayudarnos", lamenta Mariem Hassan. "Todos los gobiernos españoles nos han abandonado. En España saben que el Sáhara es la tierra de los saharauis, y que tenemos derecho a recuperarla. Llevamos 35 años en el desierto, somos refugiados. Estamos abandonados y estamos hartos de esperar", abunda la cantante.

Pero la realidad puede más que el deseo. La última prueba ha sido la represión marroquí en el campamento protesta de El Aaiún. "Agdaym Izik", dice Mariem Hassan, "es otra llave al conflicto saharaui, como ya lo fue Haidar. Son llaves que dejan una puerta abierta para que el mundo sepa de verdad lo que pasa en el Sáhara ocupado. Ahora las cárceles están llenas de chicos, jóvenes, mujeres, niños se asaltaron casas de saharauis para detener a hombres. ¿Por qué nos quiere matar Marruecos?".