Cada vez está peor la situación en el Hospital Central de Valencia llamado, desde hace ya un tiempo, pomposamente, “Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera” (los Salas también son especialistas en cambiar los nombres a las vainas y dejar todo lo demás como está). En la emergencia del principal centro hospitalario de Carabobo no hay ni agua potable. Los pobres pacientes ¡y hay que ser pobre para aterrizar en ese calvario!, tienen que llevar hasta las inyectadotas.
Hace más de cuatro años allí se comenzó la ampliación del denominado hospital de niños y aún sigue; mientras tanto, hay esparcidos escombros por todos lados, los tubos de agua están rotos y los pozos de agua estancada que generan, atraen millones de mosquitos. La CHET antes estuvo en manos de la gobernación y ahora en manos del gobierno nacional.
Ninguno de los dos entes le ha prestado la debida atención. La incompetencia ha marcado la salud pública en nuestro estado; mientras la gente con pocos recursos económicos padecen una verdadera tragedia cada vez que tienen que acudir a buscar salud en este y en otros centros hospitalarios. ¡Hagan algo, irresponsables!
