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23 junio, 2010

DESDE LA CLANDESTINIDAD: PORQUE PARA HABLAR DEL GOBIERNO O DE LA OPOSICIÓN HAY QUE SER CLANDESTINO

Por MARIA EUGENIA ROJAS

EL PPT EN SU LABERINTO



El partido Patria Para Todos (PPT) ha presentado, con ocasión a las elecciones parlamentarias previstas para el mes de septiembre de 2011, una propuesta distinta a la del gobierno, del cual era aliado, y de la oposición, de la que se manifiesta adversario. Esta oferta electoral (que deberán llenar de contenido para que tenga aliento más allá de las elecciones), ubica a los azules al filo de una navaja, donde de un lado se encuentran los sectores de oposición, representados por la derecha venezolana, la centro izquierda - eufemismo de quienes quieren estar en todos lados y en ninguno-, y la izquierda disidente –o anquilosada, como bandera roja y ciertos grupos comunitarios-; y, del otro lado, se encuentran los sectores del gobierno, disfrazados con el ropaje de una “nueva izquierda” del siglo XXI, con las prácticas –y los militantes- de la denominada cuarta República.

En este ámbito, el PPT se ve compelido a distinguirse de la mencionada oposición, recordando los motivos por los cuales terminó propugnando por un cambio y dando su apoyo a Hugo Chávez como opción de cambio; debiendo además revisar el discurso actual de esa oposición, que en algunos casos luce hasta cómplice del gobierno, tal vez bajo la visión del “hoy por ti mañana por mí”, donde silencia la denuncia de mañas que le son propias: la corrupción judicial la primera de ellas, el nepotismo, el quebrantamiento del Estado de derecho, por hacer algunas menciones; hechos los cuales son señalados solamente por los sectores opositores en casos puntuales, con fines efectistas y publicitarios, pero no con la honesta idea de generar verdaderos cambios, y por el contrario, han venido realizando señalamientos falaces y en algunos casos respecto a hechos forjados, en la idea de deshacerse de Chávez y no de resolver los problemas; tal es el caso de los ataques al discurso –agresivo- del Presidente, del patria, socialismo o muerte, presos políticos, médicos cubanos, entre otros señalamientos vacuos, frente a críticas con verdadero contenido.

Pero corresponde también al PPT distinguirse del gobierno, del cual ha sido coautor -negarlo ahora sólo lo haría ver oportunista-, insistiendo no solamente que el proceso actual –porque llamarlo revolución queda grande- es una empresa que unió a bastos sectores del país, entre ellos el PPT, alrededor de un liderazgo innegable, el del presidente Chávez, pero que no supone que dicho proceso le pertenezca a él o a su partido, dado que el proceso de cambios es hijo de la necesidad del pueblo venezolano de darse un sistema de gobierno justo, que distribuya la riqueza de manera equitativa y que garantice la vigencia del Estado de derecho, por lo que, quienes mantengan en alto esas banderas puede irrogarse la tutela del proceso y quienes las traicionen la pierden; siendo que, la actual política del presidente Chávez y de su partido, pone en riesgo los logros alcanzados por el pueblo, obligando al resto de los representantes del proceso de cambios a dinamizar las transformaciones del status quo que se requieren. Debe, en consecuencia, el PPT asumir lo positivo del gobierno, vigilando de no coincidir de manera ligera con las críticas pre-fabricadas de la oposición, sino asumir una conducta preventiva, advirtiendo las consecuencias previsibles de políticas erradas, exigiendo explicaciones de las medidas en desarrollo y no esperar –como la oposición- a que se cometan errores cuyos daños son irreversibles para señalarlos.

Si algo positivo ha tenido la presencia del liderazgo de Hugo Chávez en el actual proceso de transformaciones en Venezuela, es el hecho que el pueblo venezolano entiende y respeta el lenguaje franco y directo, percibiendo claramente el discurso oportunista y mediatizado; el pueblo quiere respuestas concretas, propuestas y señalamientos que prevengan errores, porque éstos los sufre el pueblo, y no críticas que sólo persiguen desalojar el poder a punta de señalar los fracasos sin proponer opciones para justificar la toma del mismo por los censores.

Por otro lado, en la idea de presentar una opción a los llamados ni-ni, es necesario reflexionar acerca del hecho que los mismos no son proclives al presidente Chávez ni al PSUV, por lo que limitarse a atacar al gobierno sin señalar los errores de la oposición, diferenciándose de la misma, sólo favorece a esta última; el PPT no puede limitarse a distinguirse del gobierno, debe además hacerlo de una manera tal que se haga atractiva a los sectores que no creen en la oposición.

Finalmente, la convicción que tenga el PPT en su visión de país, la honestidad que tenga en sus planteamientos –asumiéndose de izquierda y negándole tal condición al gobierno-, y la conciencia que su existencia no debe depender del resultado electoral sino del posicionamiento que obtenga en los venezolanos; hará que esta propuesta resulte consolidada y le saquen piso al filo de la navaja por la que transitan.