En la vida es inevitable la vivencia de acontecimientos traumáticos y es necesario reponerse para seguir adelante. Todos hemos pasado por pequeños contratiempos que han requerido un esfuerzo personal, pero hay situaciones que requieren algo más que un esfuerzo y el ser humano está preparado para eso y más.
Afrontar situaciones adversas, produce en las personas un aumento en la autoconfianza. Durante los tiempos difíciles es cuando podemos determinar quiénes son nuestros verdaderos amigos, también se ponen a prueba las relaciones familiares y se producen sentimientos de empatía e impotencia ante las personas que están sufriendo. Momentos como esos promueven conductas altruistas. Tras experiencias difíciles es cuando se derrumban nuestros esquemas, cambia nuestra forma de ver la vida y damos más valor a aquellas pequeñas cosas que nos ofrece la existencia.
No es fácil cuando somos los protagonistas de estas situaciones adversas, sin embargo, salimos fortalecidos y más preparados para afrontar los retos de la vida. Como dice el psiquiatra Víctor Frankl, un superviviente de los campos de concentración nazi: "el hombre que se levanta es más fuerte que el que no ha caído".
Z. Corona
