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14 diciembre, 2009

TRANSPORTE QUE CONTAMINA



Afirmar que el transporte es “público” es sólo un decir, la organización sindical que agrupa a ese sector sólo defiende los intereses de propietarios de las unidades de transporte que se dice público, no los del usuario que día y noche utiliza ese transporte para trasladarse a su sitio de trabajo, de estudio o lugares de recreación, etc.

El deterioro de las unidades de transporte y el mal funcionamiento del servicio, además de los problemas de vialidad, se traduce en una agonía para el usuario sometido a un estrés diario que finalmente afecta su salud. No es para menos pues si quiere llegar a tiempo a su destino debe madrugar para “calarse” las colas, debe soportar atropellos e impertinencias de choferes y colectores, los consabidos gritos que le ordenan “suba rapidito, echen para atrás, son dos filas, busquen la puerta para bajar…” y eso si están de buenas, pues son incapaces de dar unos “buenos días” o decir “por favor”. El pasajero generalmente tiene que ir de pie en las camionetas que tienen asientos rotos, pasamanos oxidados, que genera contaminación, con conductor y colector muchas veces sin identificación alguna y que emplean un lenguaje grosero, obsceno, sin importarles la presencia de niños, mujeres y abuelos.

Es notorio el mal estado de muchas camionetas y autobuses, muchas veces las traen de otros estados donde las han desechado, sin que las autoridades municipales, regionales o nacionales hagan algo para evitar más problemas en el servicio a causa de estas chatarras que afectan la salud del ciudadano.

Noticia realizada con información suministrada por: Héctor García e Irania Castillo