EL AÑO QUE VIENE ES LA COSA

2010 será un año complicado. Es un año donde habrá elecciones nacionales, como todos sabemos, 26 de septiembre ha señalado el CNE como la fecha mágica para elegir a los (as) diputados (as) a la Asamblea Nacional y al Parlamento Latinoamericano. El próximo año, el país va a optar entre la corriente política que encabeza el presidente Chávez, por un lado, la que expresa la mesa democrática (con varias sillas ocupadas por golpistas), por otro y, bien probablemente, surgirá, por lo menos, otra opción: la de los que se resisten a la polarización estimulada desde el Gobierno y la oposición. A diez meses del acto electoral, el panorama no se ve claro. El gobierno está en problemas, aunque Chávez sigue siendo un gigante en la calle, la oposición no le dice nada al país y hay una crisis internacional que también afecta, claramente, a Venezuela. El año que viene los electores harán una evaluación de las propuestas. Ojalá la campaña sea programática como ha pedido, recientemente, el presidente de la República y no se limite a un torneo de cuñas, afiches y mítines vacíos. El presidente Chávez ha sido en los últimos dos lustros, el eje de la política venezolana para bien de la mayoría del país; sin embargo, la crisis bancaria pone en evidencia las costuras del proceso y la necesidad de rectificaciones profundas en muchas áreas. La gente va a valorar eso. 2010 será un año decisivo para todos. Prepárense que lo que viene es candela. El imperialismo sigue al acecho.