Cuando finaliza el año afloran los buenos deseos, nos embargan las ganas de ver felicidad en los rostros, de ver cumplidas las aspiraciones que se tenían y la confianza que el nuevo año será mejor para todos. Estamos seguros que así será, para el entorno familiar, para los amigos, para el país. Y dentro del regocijo navideño hay algo muy especial que compartimos miles y miles de venezolanos y venezolanas: la alegría de un Magallanes en la punta, dando palo y palo (¡al Caracas!), con pinta de campeón. ¡Felicidades!