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05 noviembre, 2009

POR LAS CALLES DE VALENCIA

Los habitantes de La Isabelica, se quejan constantemente por las deficiencias en el servicio de agua potable, sin embargo, es común observar en las calles de esa importante urbanización, cómo se desperdicia el vital líquido, a causa de roturas, en las tuberías. La deficiencia y la apatía de Hidrocentro es más que evidente. El servicio de agua lo suspenden por hasta 3 días, sin importarles los padecimientos de la gente. En esa misma urbanización, el aseo urbano presta un muy mal servicio. Esto se aprecia en los alrededores del campo deportivo que, habitualmente, permanece abarrotado de basura.

En algunas iglesias de Valencia (¿o en todas?), prácticamente todos los días se reza una oración a la Virgen del Coromoto, en la que se le pide que libre a Venezuela de la “terrible amenaza del comunismo”. La iglesia actuando en política. La situación del la Urbanización Parque Valencia, es realmente preocupante en materia de seguridad. Los vecinos, sencillamente, están aterrados. No tienen dónde acudir. Se han hecho algunas reuniones con autoridades policiales que no han dado, hasta ahora, ningún resultado. Nadie asume la responsabilidad de restituirle a los valencianos que viven en ese sector, el legítimo derecho de estar seguros y en paz. La fundación carabobeña Amigos del Niño Autista (Fundacana), está convocando a la 4ta. Jornada Educativa titulada: “Nuevas estrategias para el abordaje de niños con trastornos generalizados del desarrollo”, que se realizará el 14 de noviembre próximo, en el auditorio del centro Cultural Eladio Alemán Sucre, desde las 8:00 a.m. hasta las 4.00 p.m. Teléfono de contacto: 0414-359.05.90. Luis González, “chopper”, fue electo por los vecinos de la urbanización Ricardo Urriera, Sector 1, como vocero de la mesa de educación del consejo comunal de esa comunidad. Se trata de un experimentado dirigente popular del sur de Valencia. Algunos de los concejales del PSUV en Valencia son protegidos, día y noche, por policías municipales que tienen asignados como guardaespaldas, mientras en la calle, la ciudadanía está a merced del hampa. Eso no parece justo.