El nuevo secretario general de la Organización de los Estados
Americanos (OEA), el surinamés Albert Ramdin, apuesta por abrir un «diálogo»
con el Gobierno y la oposición de Venezuela, y evita entrar en discusiones
sobre si el país «es una dictadura o no»
Ramdin, quien en mayo sucedió a Luis Almagro y se convirtió
en el primer secretario general de la OEA proveniente de un país caribeño, está
preparando la Asamblea General del organismo que se celebrará del 25 al 27 de
junio en Antigua y Barbuda.
El secretario general recibe a la Agencia EFE para una
entrevista en inglés y español en su nuevo despacho, decorado con tres retratos
de personalidades que lo inspiran: Mahatma Gandhi, Martin Luther King y Nelson
Mandela.
Pregunta: ¿Cuáles son sus prioridades para la Asamblea General?
Respuesta: Será mi primera Asamblea General en esta posición,
lo cual es significativo, especialmente por ser un caribeño elegido para este
cargo tras casi 70 u 80 años. Segundo, que se celebre precisamente en un país
caribeño lo hace aún más relevante. Tercero, queremos que los Estados miembros
aprueben planes para fortalecer la organización, hacerla más eficaz y
transparente y demostrar la importancia del multilateralismo.
La OEA tiene un presupuesto modesto, menos de 100 millones de
dólares, pero hacemos mucho con eso. Queremos demostrar que somos relevantes.
P: Usted ha dicho que la crisis en Haití es una de sus
mayores prioridades. ¿Qué acciones concretas planea para ayudar a ese país?
R: Haití debe ser una prioridad para todos. Es un Estado
miembro de la OEA y tenemos el deber moral de ayudarlo. Ha habido más muertos
en Haití en los dos últimos meses que en cualquier otro lugar del mundo (sic).
Estamos desarrollando un plan que tiene como pilares la
seguridad, la entrega inmediata de ayuda humanitaria, la celebración de
elecciones para que Haití tenga un gobierno legítimo y la resiliencia
económica. Esperamos tener este plan listo a mediados de julio para presentarlo
a los Estados miembros y coordinar esfuerzos con otros socios como la ONU y los
bancos regionales.
P: ¿Podría la OEA participar en una misión de seguridad en
Haití o respaldar la misión que fue desplegada por la ONU?
R: Podríamos apoyar una misión de seguridad. La OEA no tiene
mandato de desplegar fuerzas de paz, ese mandato lo tiene la ONU. Ayudaremos en
lo que podamos, pero dentro de nuestras competencias.
P: Se va a cumplir un año de las polémicas elecciones
presidenciales en Venezuela. La OEA pidió sin éxito que se publicaran las actas
de votación. ¿Prevé algún tipo de presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro?
R: Para nosotros, la democracia, los derechos humanos y el
Estado de derecho son principios básicos. Quiero promover un enfoque basado en
el diálogo con el gobierno pero también con la oposición en Venezuela, con
todos los partidos.
P: Algunos Estados miembros le dirán que Venezuela es una
dictadura y que no debe dialogar.
R: Para mí dialogar es un principio básico. No voy a discutir
sobre si es una dictadura o no. Para mí es importante que si hay un problema
sobre democracia y elecciones tratemos de resolverlo para que haya estabilidad
política en el futuro. Solo decir que es una dictadura. ¿y después? Necesito
soluciones.
P: Tras la salida de Nicaragua de la OEA, ¿debe la
organización seguir atenta a lo que pasa allí?
R: Es importante monitorear su situación política. Nicaragua
ya no es parte de la OEA pero es parte del hemisferio. Y los principios de la
OEA son importantes en este caso para el monitoreo.
P: La dura política migratoria del presidente estadounidense,
Donald Trump, ha provocado tensiones con otros países de la región. ¿Cómo prevé
abordar esta situación?
R: Cada país controla sus fronteras. Es independiente y tiene
sus propias regulaciones. Es importante también que la ejecución de estas
regulaciones respete los derechos humanos de los migrantes.
El tema migratorio se puede atender a corto plazo con
acciones judiciales y deportaciones. Pero hay un problema estructural en los
países de donde las personas emigran. Hay problemas de seguridad, económicos y
de perspectivas de futuro. Sin resolver esto, es muy difícil tener una sociedad
civil estable. Es importante invertir para crear empleo y mejorar la seguridad.
P: El Gobierno de Trump también es escéptico con los
organismos multilaterales. ¿Teme que Estados Unidos se desvincule de la OEA?
R: Espero que no. Hemos tenido conversaciones prometedoras
con funcionarios del Departamento de Estado y del Congreso. No es que no crean
en el multilateralismo, sino que son escépticos sobre su utilidad. Pero más del
60 % de los problemas de la región son transfronterizos. No se pueden resolver
sin cooperación. Si demostramos nuestros resultados, verán los beneficios de
apoyar a la OEA.
P: Estados Unidos es el mayor donante de la OEA. Pero hay
muchos Estados miembros que deben dinero a la organización. ¿Cómo garantizará
la estabilidad financiera?
R: Es un círculo vicioso: si no hay confianza, no hay
prioridad en pagar. Pero si demostramos eficacia, los países pagan. Desde que
asumí el cargo, tres países ya han saldado sus cuotas, y varios más han
prometido hacerlo. Voy a enviar cartas a los países para instarlos a ponerse al
día.
Con información de EFE / Tomado de Noti Ahora.