Una comisión de expertos creada por Francisco señaló en sus
conclusiones que el sistema de endeudamiento está al servicio de los mercados
financieros y no de las poblaciones.
El informe fue redactado por unos 30 de expertos reunidos en
la llamada Comisión del Jubileo bajo la dirección del premio Nobel de
Economía Joseph Stiglitz.
“54 países en desarrollo gastan ahora el 10% o más de sus
ingresos fiscales sólo en el pago de intereses”, señalan los expertos.
CIUDAD DEL VATICANO. - Un informe de economistas publicado
este viernes por el Vaticano llama a “hacer frente a las crisis de la
deuda” para dar a los países en desarrollo más margen para sus
“inversiones esenciales”.
Encargado en febrero por el papa Francisco en el marco del Jubileo 2025, el “Año Santo” de la Iglesia católica, el informe fue redactado por unos 30 de expertos reunidos en la llamada Comisión del Jubileo bajo la dirección del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz.
“En el conjunto del mundo en desarrollo, la carga promedio de
los intereses casi se ha duplicado en la última década",
señalan en un comunicado los autores del informe, entre ellos el exministro de
Economía argentino Martín
Guzmán, copresidente de la comisión.
“54 países en desarrollo gastan ahora el 10% o más de sus
ingresos fiscales sólo en el pago de intereses”, añaden.
Para los autores, “esta situación desvía
recursos de inversiones esenciales en salud, educación,
infraestructuras y resiliencia climática, privando a millones de personas de
cuidados vitales, nutrición y empleo".
Para remediar esta situación, el informe pide a acreedores y
deudores que “acepten reestructuraciones de la deuda que ofrezcan un
alivio suficiente y rápido”. Y aconseja a las instituciones
multilaterales que “modifiquen sus prácticas” para “poner fin
a los rescates de acreedores privados”.
Según Stiglitz, citado en el comunicado, “los expertos están
cada vez más de acuerdo en que el sistema actual de endeudamiento está
al servicio de los mercados financieros y no de las poblaciones. Esta
situación corre el riesgo de condenar a naciones enteras a una década perdida,
o incluso peor".
Llamado de Francisco
Durante sus 12 años de pontificado, el papa Francisco
había hecho repetidos llamados para cancelar la deuda de los países en
desarrollo.
Su sucesor, León XIV, quien eligió su
nombre en referencia al padre de la doctrina social de la Iglesia León XIII,
denunció durante su misa de inauguración el “paradigma económico que
explota los recursos de la Tierra y margina a los más pobres”.
El informe de la Comisión del Jubileo se publica antes de
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Financiación para el
Desarrollo, que se celebra una vez cada diez años en Sevilla,
España, a finales de junio.
El entorno de esta campaña difícilmente podría ser más
diferente del de la última, hace 25 años, que supuso la condonación
histórica de miles de millones de deuda.
Mariana Mazzucato, profesora del University College de
Londres y miembro de la comisión, afirmó que la crisis de la deuda actual es
sintomática de "un modelo de inversión roto". “La solución
deben ser estrategias de inversión pública que creen capacidad
productiva, valor añadido nacional y un espacio fiscal sostenible",
afirmó.
Tras la condonación de la deuda que siguió a la anterior
campaña, muchos países en desarrollo, liberados de su deuda existente,
recurrieron a préstamos privados más caros, y los préstamos de China se
dispararon.
Como resultado, países como Sri Lanka, Zambia y Ghana
entraron en suspensión de pagos. La ola de impagos soberanos desatada
por la pandemia y exacerbada por la presión de la invasión rusa de Ucrania y un
ciclo mundial de subidas de tipos que disparó los costos de los préstamos,
alcanzó su cresta en gran medida el año pasado.
Sin embargo, dice el informe, decenas de países
siguen recortando el gasto para reembolsar la deuda, lo que repercute a largo
plazo en el desarrollo y la cohesión social.
Según los líderes de la comisión, el sistema atrapa a
los países en un ciclo en el que los prestamistas privados envían
dinero en efectivo cuando los tiempos son buenos, pero cierran rápidamente el
acceso cuando reaparece el riesgo global.
Cuando los prestamistas de última instancia, como el FMI,
envían dinero, la comisión afirma que a menudo se destina a reembolsar
a los acreedores para evitar el impago.
Martín Guzmán dijo que eso creaba un problema tanto para los
acreedores como para los deudores. “No acuden a la mesa con las condiciones
adecuadas para emprender reestructuraciones oportunas y sostenibles y
eso agrava la crisis de desarrollo", afirmó.
La oficina de Guzmán explicó por su parte en un comunicado
que el informe “propone que los países recuperen herramientas para
regular los flujos de capital, una política abandonada en muchos casos por
presiones externas desde los años ‘80”.
Para la Argentina, añadió, “esto significaría volver a
implementar regulaciones que limiten el ingreso de capitales especulativos de
corto plazo que generan burbujas y salidas repentinas, como ocurrió
durante el gobierno de (Mauricio) Macri en 2018-2019, cuando se
fugaron más de 20.000 millones de dólares.
Estas regulaciones, señaló también, “serían clave para evitar
que se repita la lógica del ‘carry trade’, que beneficia a unos pocos y deja
deuda y volatilidad”.
Agencias AFP y Reuters/ Texto tomado de LA NACION –
Argentina.
Imagen: L' osservatore Romano.