- Económica,
duradera y sorprendentemente nutritiva, la sardina en lata es uno de esos
ingredientes que suele pasar desapercibido hasta que llega el momento de
improvisar una comida rápida
Pocas cosas en la despensa de casa tienen tanto potencial
como una simple lata de sardinas. Económica, duradera y sorprendentemente
nutritiva, la sardina en lata es uno de esos ingredientes que suele pasar
desapercibido hasta que llega el momento de improvisar una comida rápida. Con
su sabor intenso y su textura firme puede llegar a convertirse en el centro de
platos deliciosos en cuestión de minutos.
Desde el punto de vista nutricional, las sardinas son una
joya. Aportan ácidos grasos omega-3, fundamentales para la salud
cardiovascular y cerebral, además de proteínas completas y una buena dosis de
calcio, especialmente si se consumen con espinas. También son ricas en vitamina
D y B12, lo que las convierte en un aliado práctico para quienes buscan
opciones saludables sin complicaciones.
A pesar de sus ventajas, muchas veces no sabemos qué hacer
con ellas más allá del clásico pan con sardinas. Sin embargo, combinándolas con
ingredientes frescos o bases neutras pueden dar lugar a preparaciones sabrosas,
equilibradas y muy fáciles de hacer. La clave está en saber con qué mezclarlas
y cómo integrarlas en platos cotidianos sin perder tiempo ni sabor.
Qué debemos saber antes de preparar nuestras sardinas
Antes de meterse de lleno en las recetas, conviene conocer
algunas claves para sacarle el máximo provecho a las sardinas enlatadas.
Existen distintas versiones en el mercado: en aceite de oliva, en escabeche, en
salsa de tomate, con limón o, incluso, picantes. Cada una aporta un perfil
distinto, por lo que conviene elegir según el tipo de plato que se quiera
preparar. Las que van en aceite suelen ser más versátiles, mientras que las que
vienen en salsas intensas funcionan mejor en preparaciones sencillas o para
untar.
Si se busca un sabor más suave o se quiere reducir el
contenido graso se pueden escurrir y enjuagar ligeramente bajo el grifo.
Además, no es necesario retirar las espinas: son blandas, comestibles y una
excelente fuente de calcio. Aun así, para ciertos platos fríos o texturas más
delicadas, puede optarse por desmenuzarlas con un tenedor para integrarlas
mejor.
También vale la pena recordar que, al tratarse de un
ingrediente ya cocido y condimentado, las sardinas no necesitan mucha
manipulación. Un buen truco es combinarlas con ingredientes frescos y
crujientes como verduras, hojas verdes o cítricos para equilibrar su sabor y
sumar contrastes de textura.
Ensalada templada de sardinas
Esta ensalada templada es una opción nutritiva y deliciosa
que combina la suavidad de patatas cocidas con la proteína de los huevos duros
y la intensidad sabrosa de una lata de sardinas en aceite de oliva. Se
equilibra con ingredientes frescos como media manzana roja cortada en gajos
finos, unas rodajas de pepinillo y tiras delgadas de cebolla morada, que
aportan textura y contraste. Las hojas verdes añaden un toque fresco,
mientras que el aliño, preparado con mostaza, jugo de limón, aceite de oliva
virgen extra, eneldo y un poco de sal y pimienta, redondea el plato con un
sabor brillante y aromático. Es una preparación sencilla, lista en pocos pasos,
ideal para una comida ligera y completa.
Para su preparación debemos seguir una serie de pasos:
- Cuece
las patatas y los huevos. Lava las patatas y hiérvelas con piel en agua
con sal durante 12 o 15 minutos hasta que estén tiernas. En paralelo,
hierve los huevos durante 9 ó 10 minutos. Luego enfría ambos bajo agua
fría. Pela los huevos y córtalos en mitades o rodajas. También corta las
patatas en trozos grandes.
- Prepara
los ingredientes frescos. Corta la manzana en gajos finos y la cebolla
morada en tiras delgadas. Si lo deseas, puedes sumergir la cebolla en agua
con un chorrito de vinagre para suavizar su sabor.
- Prepara
el montaje. En un plato grande o fuente, distribuye las patatas, las
rodajas de huevo, los gajos de manzana y las sardinas. Añade la cebolla,
los pepinillos y unas hojas verdes.
- Aliña
el plato. Mezcla en un tazón pequeño la mostaza, el jugo de limón, el
aceite de oliva, sal, pimienta y eneldo. Rocía sobre la ensalada justo
antes de servir.
Tostas de sardinas con queso crema
Para hacer las tostas, necesitas una lata de sardinas en
aceite, que será el ingrediente principal y aporta sabor y nutrientes. También
necesitas unas rebanadas de pan que se tuestan para darles un toque crujiente.
El queso crema es el siguiente ingrediente, que hará la base suave y cremosa
para las sardinas. El perejil fresco picado le da frescura y un buen contraste
de sabor. Si te gusta un toque ácido, puedes añadir un poco de zumo de limón.
Unas gotas de aceite de oliva le darán un toque extra de sabor, y sal y
pimienta son necesarios para ajustar los sabores a tu gusto.
Las instrucciones para seguir esta receta son las siguientes:
- Prepara
las sardinas. Abre la lata de sardinas y escúrrelas bien. Después, reserva
las sardinas en un plato.
- Tuesta
el pan. Mete las rebanadas de pan en una tostadora o en una sartén con un
poquito de aceite de oliva hasta que estén doradas y crujientes. Puedes
añadir un toque de ajo frotando el pan con un diente de ajo para darle más
sabor.
- Prepara
la mezcla. En un bol, mezcla el queso crema con el perejil fresco picado.
Puedes añadir el zumo de limón si te gusta un toque más fresco y ácido. A
continuación, agrega sal y pimienta al gusto.
- Monta
las tostas. Unta una capa generosa de la mezcla de queso crema sobre cada
rebanada de pan tostado. Después, coloca las sardinas sin desmenuzar
encima del queso crema. Rocía un poquito de aceite de oliva virgen extra
sobre las tostas para un toque de suavidad y las tendrás listas para
servir.
Espagueti con sardinas, aceitunas y perejil
Para preparar este plato de espagueti con sardinas, se parte
de una lata de sardinas en aceite, un ingrediente práctico y lleno de sabor que
combina muy bien con la pasta. El espagueti es la base del plato y se puede
usar cualquier tipo de pasta larga. Las aceitunas verdes aportan un toque
salado y un contraste interesante con el sabor del pescado. El perejil fresco
añade color y frescura, equilibrando el conjunto. El ajo, aunque opcional,
intensifica los sabores, y el aceite de oliva une todos los ingredientes con
suavidad.
Los pasos para la preparación de este plato son los
siguientes:
- Cuece
la pasta. Cocina el espagueti en abundante agua con sal, siguiendo las
instrucciones del paquete. Escurre y reserva un poco del agua de cocción.
- Prepara
la base. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva. Si usas ajo,
pícalo finamente y sofríelo a fuego medio hasta que esté dorado.
- Agrega
las sardinas y aceitunas. Añade las sardinas escurridas y las aceitunas en
rodajas. Después, cocina durante 2 ó 3 minutos removiendo suavemente. Más
tarde, mézclalo todo con la pasta.
- Añade
el perejil. Espolvorea con el perejil picado y ajusta sal y pimienta al
gusto. Ya tendrás tu plato listo para servir.
- Tomado
de El Diario.es / Imagen: Freepik
