Por Pedro Mosqueda*
Vengo de auxiliar a un primo, él
es un humilde vendedor de chicharrones que aprovechó la ventaja de heredar una
vieja camioneta Chevrolet Apache y el oficio familiar de freír tocino para
transformarlos en manteca de cochino y chicharrones (Torreznos en España).
Conoció a Chávez en la Brigada 21
de Paracaidistas, nos deleita con sus cuentos de esa época; ya los sé de
memoria. Mi primo no es embustero, además es muy organizado y honesto.
Simpatiza con Maduro.
Hoy lo detuvo la policía:
"Papeles ciudadano". Él mostró cédula, licencia, certificado médico,
titulo de circulación, permisos sanitarios y seguro de Responsabilidad Civil;
es un tipo super organizado, ya lo dije.
Los policías ( eran cuatro),
frente aquello, se vieron la cara y uno de ellos le dijo: "Y los
trimestres municipales?"
-Estoy haciendo el trámite
-respondió el primo- pero no ha sido fácil. La penca (la camioneta quiso decir)
es de 1956, tiene mí edad y no aparece registrada en la Alcaldía. Nunca nos han
pedido eso. Disculpen.
Llama la grúa -dijo el policía más encarado- y el primo ya desesperado me llamó.
Acudí inmediatamente a la avenida Aragua, desempolvé el viejo manual aprendido en el burdel de la vida.
Llegué y abracé a los amigos policías
con mucho cariño, ellos me correspondieron.
Me escanearon de arriba abajo:
"Y usted a qué se dedica?" - pregunta uno de ellos-
-Soy abogado, periodista y amigo
de ustedes. Los invito a comernos unas empanadas muy buenas que venden allí
mismo.
Nos siguieron, al cabo de un
rato, compartíamos y se sinceraron.
-No nos gusta hacer esto, pero no
ganamos nada, entre bonos y otras gratificaciones, no más de 80 dólares
mensuales. "No tenemos seguros de ningún tipo, pueden imaginarse lo
demás". Lo dicen en tono amargado.
Nos despedimos con un intercambio
de teléfonos y con una palabra en tono de joda: caso cerrado.
Le veo la cara al primo y en joda
le digo: "Te tocó tú ración de patria güebon"
Nos vemos por ahí.
*Intelectual y político aragüeño.