Es desconcertante la vocación autodestructiva de algunos
opositores venezolanos.
Hacer del hecho de participar o abstenerse un hecho moral es
de una idiotez superlativa.
Es increíble que no se entienda que puede haber distintas
visiones y todo lo quieran solucionar con el insulto y la descalificación.
Yo soy de los que siempre ha creído que hay que votar. Sin
importarme las condiciones. Siempre lo he pensado.
Para el 28 de julio del año pasado no podía haber peores
condiciones. Solo recuerden el nombre del presidente del CNE. Ya con ese nombre
las condiciones eran terribles, pero yo creía que había que votar.
Porque votar no es una cuestión de condiciones en Venezuela.
Votar en Venezuela, es una manera de estar activos.
Votar en Venezuela, es la única manera que tenemos de
expresar con contundencia que este gobierno es la peor pesadilla que hemos
vivido los venezolanos.
Votar es la mejor forma que tenemos de dejar claro que lo que
pasó el 28 de julio no fue un accidente sino la voluntad mayoritaria de Todos
los venezolanos.
Votar en Venezuela, es seguir demostrando somos mayoría,
aunque ellos se vuelvan a robar los resultados.
NO Votar es pasar la página del 28 de julio. Ir dejando que
todo se olvide.
Votar aquí no es una cuestión solamente de ganar o perder, o
de buenas o malas condiciones.
Votar en Venezuela, es la mejor forma que hasta ahora hemos
encontrado para aislar al régimen internacionalmente.
Votar, es sacar el paracaídas y aterrizar en la realidad.
Acá no van a venir los marcianos a rescatarnos.
Acá no se va a producir ningún quiebre de nada. Llevamos
muchos años esperando que los mismos que los sostienen los dejen caer.
Eso no va a pasar sino seguimos expresando hasta el hartazgo
que estamos cansados de tanta corrupción, desidia, incompetencia por parte de
Maduro y su gente.
Y a mí no me vengan con la guevonada de que le estoy haciendo
el juego al gobierno. ¡Bastante que lo he criticado y a los alacranes
también!
Llevo más de 20 años expresando mi repulsa a todo lo que pasa
acá y por supuesto sufriendo las consecuencias de eso.
Dirijo el primer grupo teatral al que este régimen le quitó
el subsidio calificándome de “pernicioso y desestabilizador sociológico”, (por
montar obras teatrales), nos quitaron una pequeña sala teatral (Espacio 80),
que teníamos en Parque Central. Ningún espectáculo dirigido por mí le permiten
presentarse en teatros oficiales.
Esto lo digo para dejar claro que si sigo en este país es
porque sigo apostándole a la posibilidad de una vida donde los valores de la
libertad, la honestidad y la excelencia sean los que nos alumbren el camino a
seguir.
Muchas de estas razones me llevan a decir que Yo Si Voto,
aunque se lo roben, porque lo que estoy claro no se pueden robar es mi
esperanza de vivir en un mundo mejor.
Tomado de la cuenta en X (Antes Twitter) @manriquehector