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22 abril, 2025

Fischer vs Spasssky (1972): lecciones de ajedrez para le geopolítica de hoy

Mariano Crespo Colina / Opinión

Me gradué como profesor de Biología y Química en el ilustre Instituto *Pedagógico de Caracas* en 1972. Hoy UPEL, Por circunstancias de la historia, ese mismo año —en plena Guerra Fría—, el mundo contuvo el aliento durante el *"Encuentro Ajedrecista del Siglo"*: el duelo por el campeonato mundial entre el soviético *Boris Spassky* y el estadounidense Bobby Fischer.  

El match, celebrado en *Reikiavik, Islandia, constó de 21 partidas*(no 24, pues Fischer ganó por abandonó de Spassky tras alcanzar 12.5 puntos) y tuvo en juego un premio de 250 mil dólares —una fortuna para la época—. Pero más que un torneo, fue un *símbolo político, la URSS y EE.UU libraban su batalla en un tablero de 64 casillas. Se dice que el presidente Richard Nixon* alentó a Fischer a derrotar a Spassky, y así efectivamente currió. Con esa victoria, Fischer quebró la hegemonía soviética en el ajedrez, dominado por Moscú desde 1948, mi año de nacimiento casualmente.

Fue una guerra de nervios, estrategia y genialidad, digna de ser recordada. 

 Del tablero al campo de batalla: hay paralelos históricos, cosas de la vida, Hoy como en 1972, observamos a EE.UU. y Rusia enfrentarse en un nuevo tablero: la guerra Rusia vs. OTAN en Ucrania. Sí en Reikiavik el ajedrez fue el campo de batalla, hoy lo son las trincheras de Bajmut, y los drones sobre el Mar Negro.

En el duelo Fischer-Spassky, EE.UU venció al romper la psicológica superioridad soviética. Pero en el conflicto actual, el "Oso" ruso parece llevar ventaja: control territorial, recursos armamentística, y una estrategia de desgaste, que recuerda a la paciencia de un gran maestro. Lecciones del ajedrez para la guerra moderna

1. Posición sobre fuerza bruta, Fischer ganó con tácticas impredecibles, no con más piezas. Rusia hoy prioriza ocupación estratégica (Crimea, Donbás) sobre victorias rápidas.  

2. El valor de los peones: En ajedrez, un peón bien ubicado puede coronarse. Ucrania, con apoyo occidental, con un peón avanzado pudiera desafiar desafía al rey ruso.  

3. El reloj como arma: Fischer usaba el tiempo para presionar. La OTAN apuesta a que Rusia colapse por sanciones y costos prolongados.  

¿Quién ganará esta partida?, En 1972, Fischer coronó con jaque mate. Hoy, el tablero es más complejo: hay más jugadores (China, la UE) y las reglas cambian (ciberguerra, economía), pero como en el ajedrez, el que comete el último error pierde. Un Amanecerá y veremos.

@marianocrespo07 / Imagen: EFE.