El cónsul general de Chile,
Fernando Velasco, y la ministra de Culturas, Esperanza Guevara, presentaron
este lunes el lienzo Santa Bárbara, recuperado en diciembre de 2024 tras
cinco décadas de búsqueda y tramites diplomáticos de rigor.
La ceremonia se cumplió en el
hall de Palacio Quemado, la antigua casa del gobierno boliviano, en
presencia del vicecanciller, Elmer Catarina, y funcionarios de la Policía de
Investigaciones (PDI) de Chile que trabajaron en la recuperación, así como la
repatriación formal de esta obra. También estuvieron presentes dirigentes y
autoridades del municipio paceño de Puerto Acosta.
Catarina resaltó esta señal como
“una muestra más del fortalecimiento de las Relaciones Bilaterales con el
hermano país de Chile”, de acuerdo con los mensajes formales emitidos por la
Cancillería luego de este acto.
Santa Bárbara, una obra del pintor barroco Leonardo Flores, fue robada en 1974 de la parroquia de Puerto Acosta, ubicada en el altiplano norte de La Paz.
El lienzo, de valor
patrimonial incalculable, recorrió más de 20.000 kilómetros a través de cuatro
países antes de ser restituido a las autoridades competentes el pasado
6 de diciembre de 2024 en un acto que tuvo lugar en Santiago de Chile.
La historia de Santa Bárbara
comenzó con su desaparición en los años setenta, un hecho que
conmocionó a la comunidad de Puerto Acosta, en la provincia Camacho de La Paz.
De hecho, los habitantes de ese
municipio paceño plantearon en varias ocasiones la devolución del cuadro que
pertenece a la escuela pictórica de La Paz que se desarrolló en tiempos
coloniales.
El óleo sobre tela, pintado
por Flores en 1684, había sido subastado en Brasil y adquirido de manera
ilícita por un coleccionista chileno-estadounidense, quien —sin conocer su
origen ilegal— lo trasladó posteriormente a Nueva York. Allí, incluso fue
facilitado para exposiciones internacionales, hasta que finalmente recaló en
Chile.
La restitución fue posible
gracias a la intervención de expertos y organismos internacionales. Un
conocedor de la obra identificó el cuadro en Nueva York y alertó al Homeland
Security de Estados Unidos, relataron las autoridades en el acto de restitución
de esta obra.
Esto activó una investigación
coordinada por Interpol, el Ministerio Público de Chile y la Policía de
Investigaciones (PDI).
Certificación de autenticidad
Uno de los retos más complejos
fue confirmar la autenticidad del cuadro, dada la ausencia de inventarios
históricos que respaldaran su origen.
Se recurrió a un análisis técnico
utilizando espectroscopía por fluorescencia de rayos X, un procedimiento
estandarizado por Interpol y Unesco. Este análisis permitió determinar la
composición de los pigmentos utilizados por Flores, corroborando su manufactura
en el siglo XVII y su pertenencia al patrimonio cultural de Puerto Acosta.
Además, se realizaron entrevistas
con antiguos custodios y miembros de la comunidad, quienes aportaron
testimonios clave para vincular la obra con su lugar de origen.
Un retorno esperado por
décadas
La pandemia de COVID-19
interrumpió las gestiones de recuperación, pero los vecinos de Puerto Acosta
mantuvieron vivo el reclamo.
En 2023, los trámites
diplomáticos se reactivaron, liderados por el Ministerio de Culturas y la
Cancillería de Bolivia. Finalmente, Santa Bárbara fue ubicada al sur de
Santiago de Chile.
José Pinelo, quien fue cónsul de
Bolivia en Chile hasta hace dos semanas, y la jefa de Relaciones
Interinstitucionales del Ministerio de Culturas, Deysi Villca Condori,
encabezaron en diciembre de 2024 la delegación boliviana que permitió la
restitución de la obra.
Por el lado chileno, participaron
el subsecretario subrogante de Relaciones Exteriores, Rodrigo Olsen, y el jefe
nacional de Delitos contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural de la PDI,
Marcelo Rebolledo.
Con su retorno, Santa Bárbara se
convierte en un símbolo de resiliencia cultural y refuerza la importancia de la
cooperación internacional en la protección del patrimonio histórico.
Bolivia y Chile
Las conversaciones entre La Paz y
Santiago comenzaron a reactivarse hace unos 15 meses sobre la base de la agenda
fronteriza y de seguridad luego del complejo proceso judicial internacional que
ambos países sostuvieron entre 2013 y 2021.
Tomado de El Deber / Bolivia.