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28 marzo, 2025

Yezenis Martínez: Un día me encontré en el camino...


 Entre Todos D.

Yezenis Martínez hace parte del pueblo indígena mapoyo, es licenciada en administración y amazonense de pura cepa.  Nació en Puerto Ayacucho, en donde es una destacada militante política y luchadora social desde hace décadas. Pero Yezenis también es conocida en los círculos intelectuales de su ciudad cómo poeta. Desde hace algún tiempo queríamos publicar algunos de sus textos y, al fin, lo logramos. Ahí les va, estimados lectores.

 Un día me encontré en el camino...

Un día me busque y no me encontré, me pregunte ¿dónde estoy? 

En mi búsqueda camine a la ribera del río, recordando lo que fueron mis sueños.

Disfrute del trinar de las aves y el sonido de la cascada, sentí lo tibio de la arena en mis pies descalzos y el sol quemando mi piel morena.

Solté mi cabello negro para que jugará con la brisa y desnude mi alma al blanco y azul del cielo.

Cada paso que daba me acercaba más a mí. La libertad de mi risa a carcajadas y los dolores de mi alma ocultos por mucho tiempo, en lo profundo de mi corazón. las lágrimas endurecidas todas fueron libres y pudieron correr por mi cara y por fin mis labios gritaron lo que callaron por mucho tiempo...

Encontré a la niña soñadora que fui , aquella inocente que no conocía tristeza, maldad, odio, dolor, soledad, rencor   o angustia alguna, me quise quedar  con ella pero no acepto mi compañía.  

Me dijo que siguiera adelante, porqué ella viviría siempre en mí.

Luego encontré una joven soñadora, alegre y risueña, le pedí quedarme a su lado, ella me sonrió y con su mano me mostró que debía continuar mi camino.

Después de tanto andar solo me encontraba con mis sueños, el cielo y el río, en aquel momento entendí, que son mis  sueños los que jamás me han dejado y por ellos debo seguir luchando  aún parezcan imposibles  .

Comprendí que el transitar de la vida me ha hecho lo que soy ahora, una mujer fuerte que ama profundamente y aunque no ha sido fácil mi transitar  por los caminos de este mundo, he sido bendecida, más bien afortunada.

 Recordé que alguien deseó que la hierba reverdezca a mi paso y se alegren las riberas con mi presencia.

Y aquí voy con la hierba reverdecida a mis pies y la alegría de las riberas con mi presencia. 

Decidida a no volver a perderme, a encontrarme y levantarme cuántas veces sea necesario, a abrazarme y amarme por qué soy una mujer, que puede, que pudo y siempre va a poder.

@yemarmor / 2025.