El
director ha tenido la oportunidad de dirigir a algunos de los actores más
grandes de todos los tiempos como Marlon Brando, Robert De Niro o Al Pacino.
POR FERNANDO SÁNCHEZ
La generación de cineastas del Nuevo Hollywood transformó radicalmente el panorama cinematográfico estadounidense durante los años 70. De esta impresionante camada de realizadores, Francis Ford Coppola emergió como uno de los más influyentes durante esta época, junto a otros como Steven Spielberg, Martin Scorsese o George Lucas. Su consagración mundial como realizador le llegó con ‘El padrino’ (1972), considerada una de las películas más extraordinarias de la historia del cine. La obra redefinió el género de gángsters y además estableció un nuevo estándar de narrativa cinematográfica que influiría en generaciones posteriores de cineastas.
Nacido en Detroit en 1939, Coppola proviene de una
familia de artistas italoamericanos que marcaría profundamente su vocación
cinematográfica. Tras formarse en la Universidad de California, comenzó su
carrera escribiendo guiones y produciendo películas de bajo presupuesto. Su
primer gran reconocimiento llegó con ‘Patton’ (1970), por la que ganó un Oscar
en la categoría de Mejor guion original, antes de su consagración
definitiva con la saga de ‘El padrino’. La trayectoria de Coppola está marcada
por una impresionante colección de reconocimientos cinematográficos. Ganó dos
Premios Oscar por la primera parte de ‘El padrino’ en las categorías
de Mejor película y Mejor guion adaptado junto al novelista Mario Puzzo, y
otros tres Oscar más por ‘El padrino. Parte II’ (1974), en las
categorías de Mejor película, Mejor director y Mejor guion adaptado,
convirtiéndose desde entonces en un referente absoluto del cine contemporáneo.
Además de la saga de los Corleone, Coppola también dirigió otras obras maestras
como ‘Apocalypse Now’ (1979), un drama bélico que explora las profundidades de
la psicología humana durante la Guerra de Vietnam, o ‘La conversación’ (1974),
un thriller psicológico que refleja su extraordinaria capacidad narrativa y
visual.
A lo largo de su carrera, Coppola trabajó con
algunos de los más grandes intérpretes del cine mundial. Dirigió a Marlon
Brando, Al Pacino y Robert De Niro, considerados iconos indiscutibles de la
interpretación. Su método de dirección se caracterizaba por una profunda
comprensión de los personajes y una capacidad única para extraer
interpretaciones legendarias de sus actores. Sobre ellos, el propio Coppola
reflexionó: “Creo que si hubiera un papel que Robert De Niro quisiera, lo
buscaría y lo conseguiría. No creo que Jack Nicholson lo hiciera.
Jack tiene dinero, influencia y chicas, y creo que es un poco como
Marlon Brando, excepto que Brando pasó por momentos difíciles. Supongo que
ya no quieren hacerlo”.
La relación profesional entre Coppola y Marlon
Brando se caracterizó por un profundo respeto mutuo y una extraordinaria
compenetración artística. El director siempre ha recordado a Brando con
admiración: “Nunca fue difícil trabajar con Marlon. Su comportamiento
era un poco excéntrico en el plató. Era como un chico malo y hacía lo que
quería. Pero como actor nunca fue difícil trabajar con él”. El
reputado cineasta también añadió “Brando quiere hacer lo que tú quieras,
pero quiere que la gente sea honesta y no intente manipularlo”.
Tomado de FOTOGRAMAS / España.