A esta hora se cumplen 24 horas desde que mi esposo, Enrique Márquez, fue secuestrado por grupos parapoliciales que, usando la fuerza como ley, pretenden callar e intimidar a quienes queremos un mejor país y tenemos una visión distinta.
Esta
arremetida contra Enrique y nuestra familia se puede percibir como una acción
más que vulnera los derechos humanos de tantos que han sufrido en estos últimos
meses; esto representa una peligrosa muestra del cierre total de la libertad en
Venezuela.
Ni mi
patria ni mi familia merecen seguir viviendo esta incertidumbre.
Sonia Lugo de Márquez