Por Pedro Mosqueda*
"Cuando alguien ha vivido toda su vida bajo el velo
protector de la democracia, es fácil olvidar sus enormes fortalezas y sucumbir
ante quienes cantan las virtudes del autoritarismo", eso dijo Pedro
Sánchez ayer al "conmemorar" los 50 años sin Francisco Franco.
Es obvio que Sánchez alertaba sobre el riesgo de un regreso de Franco, claro,
con otro nombre y otra cachimba.
Y mire que de eso sabemos bastante los venezolanos. Dictadores para todos los gustos, hemos padecido y sufrido a lo largo de nuestra historia.
Juan Vicente Gómez, al igual que Franco, murió en la cama;
ese es el sueño dorado de todo dictador que se precie; y por lo visto sus
imitadores no se cansan ni descansan.
Pero peor que ellos, las ratas de albañal de todo cuño, que
con sus uniformes y fusiles los sostienen.
Nos vemos por ahí.
*Dirigente político en
el estado Aragua.