El cantante catalán aborda su retiro y cómo está afrontando
su nueva vida
“No creo que sea un momento para renegar de una serie de
ideales que necesitan más que nunca ser reivindicados. La lista de derechos
humanos debería añadirse a los derechos constitucionales del individuo. Y a
partir de ahí, el Estado debería ser coherente con estos derechos. A veces los
derechos humanos se quedan en discusiones parlamentarias y no se consigue
avanzar. El progreso tiene mucho camino por recorrer", dice el laureado cantautor.
Joan Manuel Serrat, de 80 años, ha ofrecido una sincera reflexión sobre su vida, el tiempo y la creación artística en una reciente entrevista en El País. Tras su retirada de los escenarios en 2022, con su última actuación en el Palau Sant Jordi, el cantautor catalán ha aprovechado estos años para disfrutar de la tranquilidad y la libertad que le brinda su tiempo, aunque sin perder de vista el impacto del paso de los años.
Serrat habla con serenidad y cierta
nostalgia sobre su decisión de retirarse, sin arrepentimientos, aunque confiesa
haber sentido algunos momentos de melancolía. En su retiro, ha descubierto un
ritmo de vida más pausado, disfrutando de pequeños placeres como observar la
naturaleza, una experiencia que le permitió apreciar lo efímero y valioso del
tiempo: "El tiempo pasa muy rápido. Y especialmente a medida que
envejeces lo notas más. Y cuando pasa te das cuenta de la gran importancia que
tiene. Estamos en manos del tiempo, totalmente. Y haríamos bien en utilizarlo
de las formas que nos fueran más satisfactorias. Lo que también pienso es que
confundimos perder el tiempo con usarlo en utilidades no lucrativas: puedes
trabajar y ganar dinero, puedes practicar deporte y ganar salud, puedes hacer
un mueble y ganar en estética…", ha expresado.
A continuación, el catalán ha
reflexionado así: "Siempre hay un ganar detrás de la inversión del tiempo.
Pero también se pueden hacer cosas sin ganar nada. Con el tema de la pandemia y
el encierro, durante aquellos días, yo, que tengo la fortuna de vivir en una
casa unifamiliar y con un pequeño jardín, pude percibir un fenómeno
maravilloso: volvieron a aparecer los pájaros. En la medida en que desaparecían
los coches surgían los pájaros. Lo cual me llevó a desplazar mi atención del
mundo de la lectura al mundo de la observación. Y cada día iba viendo milagros:
cómo el territorio iba recuperando su terreno. A medida que vas perdiendo el
tiempo te das cuenta de lo escaso que es", ha indicado.
El músico, que sigue componiendo,
se muestra crítico con la industria musical actual, afirmando que la forma de
presentar un disco ha cambiado drásticamente, y teme que el formato esté en
vías de extinción. Serrat también aborda temas más personales, como la pérdida
de seres queridos, la gestión de esos vacíos y la creciente preocupación por el
estado del mundo. Con una visión pesimista sobre el progreso, denuncia la
banalización de la política, la pérdida de derechos y el poder de las grandes
corporaciones tecnológicas.
También habla sobre Joaquín Sabina y su posición
política: "No ha renegado de la izquierda. Él dice cosas espontáneas
como espontáneo que es y con poca reflexión... a veces. No creo que sea un
momento para renegar de una serie de ideales que necesitan más que nunca ser
reivindicados. La lista de derechos humanos debería añadirse a los derechos
constitucionales del individuo. Y a partir de ahí, el Estado debería ser
coherente con estos derechos. A veces los derechos humanos se quedan en
discusiones parlamentarias y no se consigue avanzar. El progreso tiene mucho
camino por recorrer".
Finalmente, ha terminado así su
intervención sobre su compañero de 'Dos pájaros de un tiro': "Avanzamos
poco. El progreso no es la inteligencia artificial. El progreso es que la
cantidad de pobres por metro cuadro disminuya, que los jóvenes puedan desarrollar
sus habilidades, que son muchas, y sobre todo que no sean estigmatizados por la
sencilla razón de que no los entendemos. No podemos caer en lo que advertía
Machado: 'Ayer dominadora, envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora'.
No podemos despreciar lo que ignoramos".
Texto tomado de El Plural / España. Foto: Constanza Niscovolos