La nave europea aportará datos para aprender a desviar astros
que amenacen con chocar contra la Tierra
La primera misión de defensa planetaria de la Agencia
Espacial Europea (ESA) ha despegado hoy a las 16.52 (hora peninsular española)
con destino al asteroide Dimorphos, adonde está previsto que llegue en
diciembre de 2026.
La misión Hera, llamada como la diosa griega esposa de Zeus, examinará cómo quedó el asteroide después de que la nave DART de la NASA se estrellara deliberadamente contra ella a unos 23.000 kilómetros por hora en 2022. Los datos que se obtengan ayudarán a calcular cómo desviar un asteroide en el supuesto de que en el futuro se identifique alguno que amenace con chocar con la Tierra.
El lanzamiento se ha realizado desde el Centro Espacial
Kennedy, en Florida, con un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX. El plan de
viaje prevé que la nave pase en marzo junto a Marte y que llegue a su destino,
a unos 180 millones de kilómetros de la Tierra, dentro de 26 meses.
La misión permitirá refinar los
modelos para calcular el cambio de trayectoria de un asteroide tras un impacto
deliberado
El asteroide Dimorphos, de unos 150 metros de longitud,
orbita alrededor de otro asteroide más grande, Didymos, que mide 780 metros.
Cuando Dart
se estrelló contra Dimorphos, cambió su órbita más de lo que habían
previsto los científicos, lo que reveló que los modelos sobre la dinámica de
los asteroides son imprecisos. La colisión, que se consideró un éxito, expulsó
una gran cantidad de minerales hacia el espacio y cambió la forma del
asteroide. Se espera que la misión Hera, que inspeccionará el lugar del impacto
y hará nuevas mediciones detalladas del astro, permitan refinar los modelos
para predecir las trayectorias de los asteroides tras un impacto.
Concretamente, los instrumentos de Hera medirán el tamaño, la
forma, la masa y la órbita precisos de Dimorphos. Con estos datos, se podrá
determinar con qué eficiencia se transfirió el impulso de la sonda Dart al
asteroide.
Hera, además, lanzará dos pequeñas sondas de tipo cubesat que
se acercarán a la superficie de Dimorphos para cartografiarla con detalle y
medir el polvo que ha quedado alrededor del astro. Más adelante, los cubesats
intentarán aterrizar en Dimorphos.
La ESA ha identificado 1.600 asteroides con órbitas próximas
a la de la Tierra que están calificados como astros con riesgo de impacto en un
futuro a largo plazo. Entre ellos no hay ninguno de gran tamaño que pueda
impactar contra la Tierra en el próximo siglo. Los que más preocupan son los de
tamaño pequeño que aún no han sido identificados y que, en caso de impacto,
podrían tener efectos catastróficos a escala de ciudades o países.
Los planes de defensa planetaria en que trabajan la ESA y la
NASA prevén continuar las observaciones para completar el censo de asteroides
medianos y pequeños con órbitas próximas a la de la Tierra. En caso de que se
identifique alguno con alto de riesgo de impacto, los resultados de las
misiones DART y Hera serían la base para poder enviar una misión que desvíe su
trayectoria.
Fuente: La Vanguardia / España. Imagen: NASA.