Londres anunció este jueves el acuerdo, que les permitirá
mantener una estratégica base militar conjunta con Estados Unidos en Diego
Garcia; la población local había sido desplazada y llevaban décadas de reclamos
LONDRES.- Gran
Bretaña entregará a Mauricio la soberanía de las disputadas islas de Chagos, un archipiélago de 55 islas en el Océano Índico, tras un
“acuerdo histórico” que permitirá a los británicos mantener una estratégica base militar conjunta con Estados Unidos, la
resolución de una disputa muchas veces comparada con el reclamo argentino por las islas Malvinas.
Con este acuerdo, Londres mantendrá su base militar en Diego Garcia, la más grande de las 55 islas del archipiélago, lugar estratégico que desempeña un “papel esencial en la seguridad regional y global”, señaló el ministerio británico de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Sin un acuerdo, la
actividad segura de la base se habría visto amenazada por disputas legales y de
soberanía, señaló el gobierno británico, lo que implicaba casos en
varias cortes y tribunales. Como parte del acuerdo, Reino Unido conservará la
soberanía de Diego Garcia por un periodo inicial de 99 años.
“Por primera vez en
más de 50 años, el estatuto de la base será indiscutible y legalmente seguro,
tras un acuerdo político entre
Reino Unido y Mauricio. El acuerdo respalda el firme deber del
Reino Unido de mantener el país seguro, sin cambios en el funcionamiento de la
base militar, en un mundo cada vez más volátil”, señala el Foreign Office
británico en su comunicado.
“Reforzará nuestro papel en salvaguardar la seguridad
global, acaba con cualquier
posibilidad de que el océano Índico se utilice como peligrosa ruta de
inmigración ilegal a Reino Unido, además de garantizar nuestra relación de
largo plazo con Mauricio, un estrecho socio de la Mancomunidad”,
añadió el ministro británico de Exteriores, David Lammy.
El primer ministro británico, Keir Starmer, habló el jueves por la mañana con su homólogo
de Mauricio, Pravind
Jugnauth, según un vocero del mandatario británico.
Las autoridades de Mauricio mostraron entusiasmo por el
acuerdo. “3 de octubre de 2024. Un
día inolvidable, para conmemorar la plena soberanía de la República de Mauricio
sobre todo su territorio”, comentó en la red social X el ministro de
Relaciones Exteriores del país africano, Maneesh Gobin.
El acuerdo tiene un firme respaldo de socios internacionales
como Estados Unidos, indicó en un comunicado el gobierno británico. De hecho,
la Casa Blanca dijo que el
presidente, Joe Biden, celebraba el “histórico acuerdo " sobre la
situación de las islas Chagos. Afirmó que la base de Diego Garcia
es vital para preservar “la
seguridad nacional, regional y global”.
“El acuerdo garantiza la operación efectiva de la instalación
conjunta en Diego Garcia durante el próximo siglo”, señaló el comunicado de la
Casa Blanca. “Este acuerdo afirma la soberanía de Mauricio sobre el
archipiélago de Chagos, al tiempo que concede a Reino Unido la autoridad de
ejercer los derechos soberanos de Mauricio en lo referente a Diego Garcia”.
El pacto sobre la soberanía de los lo que algunos llaman “la
última colonia británica en África” tendrá que incluirse en un tratado y
depende de que finalicen los distintos procesos legales. Los dos bandos se han
comprometido a hacerlo lo más rápido posible.
Islas Chagos
“Después de dos años de negociaciones, este es un momento crucial en nuestras
relaciones y una demostración de nuestro compromiso duradero con la
resolución pacífica de disputas y el estado de derecho”, señalaron Reino Unido
y Mauricio en su declaración conjunta.
El gobierno británico destaca también que la entrega del
archipiélago cerrará una ruta de
inmigración hacia el Reino Unido. “Diego Garcia también ha visto
llegar un pequeño número de migrantes desde 2021, que presentaron solicitudes
de asilo. El acuerdo cerrará cualquier posibilidad de que el Océano Índico se
utilice como una peligrosa ruta de migración ilegal hacia el Reino Unido, ya
que Mauricio asumirá la responsabilidad de cualquier llegada futura”, señala el
gobierno británico.
El exministro británico de Relaciones Exteriores, James
Cleverly, uno de los aspirantes a liderar el Partido Conservador, calificó al gobierno laborista de
“débil”, mientras que Robert Jenrick, otro de los candidatos a
dirigir la formación, denunció una “capitulación” de Reino Unido.
Reclamo y apoyo internacional
Las islas Chagos eran una pieza
central de lo que Reino Unido llama el Territorio Británico del Océano Índico
desde 1965, cuando fueron separadas de Mauricio, un territorio británico que se
independizó tres años más tarde. Mauricio, situado al este de Madagascar en el
sur de África, está unos 2100 kilómetros al suroeste de las Islas Chagos.
La República de Mauricio, un país africano formado por un
conjunto de islas, reclamaba el
archipiélago desde su independencia del Reino Unido en 1968.
La base de la Armada estadounidense
en Diego Garcia se construyó en la década de 1970 y ofrece lo que las autoridades
estadounidenses describen como una “plataforma prácticamente indispensable”
para las operaciones de seguridad en Oriente Medio, el sur de Asia y África
oriental. Desde allí se realizaron, por ejemplo, operaciones militares hacia
Irak y Afganistán.
Más de 2000 habitantes de las islas
Chagos fueron desplazados para dejar espacio a la base, mientras Mauricio acusaba al Reino
Unido de “ocupación ilegal”, algo que Human Rights Watch describió el año
pasado como “crímenes contra la
humanidad cometidos por una potencia colonial contra un pueblo indígena”.
El gobierno de Mauricio dijo que el tratado intentará
resolverá todos los asuntos pendientes relacionados con las islas, incluidos
“sus antiguos habitantes”, y abordar “los errores del pasado”. Eso daba
esperanzas a que los desplazados
que siguen vivos y sus descendientes, que en su mayoría viven en Reino Unido,
Mauricio y las Seychelles, tuvieran derecho a regresar, ya que el
gobierno ahora es “libre” para implementar un programa de reubicación en todas
las islas salvo Diego Garcia.
El gobierno añadió que Reino Unido financiará económicamente a los chagosianos, que
han librado una larga batalla legal sobre su desplazamiento. Su capítulo más
reciente fue en 2016, cuando perdieron en un fallo de la Corte Suprema
británica. Entonces, el gobierno conservador del momento les negó que tuvieran
derecho a regresar pero expresó su “profundo pesar” por el maltrato que había
recibido la comunidad chagosiana en las décadas de 1960 y 1970.
Con los años, los
chagosianos y Mauricio ganaron apoyo internacional, especialmente entre
naciones africanas y en Naciones Unidas.
La comparación con Malvinas
En 2019, en una opinión no vinculante, la Corte Internacional de Justicia concluyó
que Reino Unido había dividido Mauricio de forma ilegal cuando aceptó poner fin
a su gobierno colonial a finales de la década de 1960 y aconsejó a Reino Unido
que renunciara al control de las islas.
En ese momento, la Cancillería argentina celebró el fallo de La
Haya. “La Opinión Consultiva de Chagos tiene relevancia para la Cuestión de las Islas Malvinas por tratarse de
una situación de desmembramiento territorial, y referirse a
principios que son fundamentales en el reclamo sobre nuestras Islas”, señaló el
Palacio San Martín, entonces encabezado por Jorge Faurie bajo el gobierno de
Mauricio Macri.
Luego, la
Asamblea General de la ONU votó a favor de la retirada de Reino Unido en 2022.
“A ustedes los británicos los sacaron hace
casi dos siglos y a nosotros, cincuenta años atrás, pero les digo a los
argentinos que no se desalienten en su lucha por recuperar las Islas Malvinas”, dijo a LA
NACION Olivier Bancoult, líder
de los refugiados del disputado archipiélago de Chagos, después que Londres
aceptara negociar la soberanía en 2022.
En ese momento, el secretario de Malvinas, Antártida y
Atlántico Sur del gobierno de Alberto Fernández, Guillermo Carmona, pidió que
así como Londres aceptaba iniciar la negociación con las Islas Mauricio “según
la resolución 2066 de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, también debía cumplir con la resolución
anterior, la 2065, que le ordena negociar con la Argentina sobre Malvinas.
El Foreign Office respondió que eran “dos asuntos muy diferentes”, en tanto
el archipiélago Chagos está hoy deshabitado, y la población británica de
Malvinas expresó en 2013 su deseo de seguir siendo británica.
Gran Bretaña y la Argentina se
enfrentaron en una guerra por las islas en 1982.
“¿Por qué Chagos se parece a Malvinas? Porque al igual que
Chagos, Malvinas es un territorio usurpado a otro Estado (Argentina), porque en
Malvinas se desalojó a la población originaria en 1833, porque en Malvinas hay
una población implantada (isleños con ciudadanía británica) que no constituyen
un pueblo con derecho a la autodeterminación”, escribió en una columna el abogado
internacionalista Omar Ruiz hace tres años.
“Medio siglo o más
después de que el Reino Unido renunciara al control de casi todo su vasto
imperio global, finalmente ha accedido a entregar una de las últimas
piezas. Lo ha hecho a regañadientes, tal vez, pero también de
manera pacífica y legal”, dice el final de una nota de BBC sobre la soberanía de
Chagos. El artículo termina con una enumeración de los que todavía son
territorios británicos de ultramar: Anguila, Bermudas, Territorio Antártico Británico, Islas Vírgenes
Británicas, Islas Caimán, Islas Malvinas (Falklands, para los británicos),
Gibraltar, Montserrat, Pitcairn, Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña,
Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, Islas Turcas y Caicos. También
hay dos bases soberanas en Chipre bajo jurisdicción británica.
Agencias AFP y AP / Tomado de La Nación / Argentina.