El número de muertos en un ataque perpetrado el jueves en una
pequeña localidad haitiana por la banda armada Gran Grif subió a 70, según
informó este viernes 4 de octubre la ONU, que aseguró que entre las víctimas
hay mujeres y niños. Las primeras estimaciones hablaban de 20 muertos. El
organismo se declaró "horrorizado" al detallar que los pandilleros
dispararon con rifles automáticos contra la población.
El número de víctimas mortales del ataque perpetrado este
jueves por miembros de una banda fuertemente armada en una pequeña localidad
del centro de Haití subió a 70, informó el viernes la Oficina para
los Derechos Humanos de la ONU.
Los cadáveres yacían esparcidos por las calles de la localidad de Pont-Sondé, en la región de Artibonite, muchos de ellos muertos por un disparo en la cabeza, declaró Bertide Horace, portavoz de la Comisión para el Diálogo, la Reconciliación y la Sensibilización para Salvar Artibonite, a la emisora de radio Magik 9.
Las primeras estimaciones señalaron que había 20 muertos,
pero activistas y funcionarios del Gobierno han ido accediendo poco a poco a
zonas de la ciudad y descubriendo más cadáveres. Entre las víctimas hay una
joven madre, su bebé recién nacido y una comadrona, agregó Horace.
"Estamos horrorizados por el ataque, en el que los
miembros de Gran Grif dispararon con rifles automáticos sobre la
población", indicó en un comunicado el portavoz de la Oficina de Derechos
Humanos de la ONU, Thameen Al-Kheetan.
Entre las víctimas mortales hay al menos 10 mujeres y tres
bebés, y al menos
otras 16 personas resultaron gravemente heridas, entre ellas dos miembros de la
banda que fueron alcanzados durante un enfrentamiento con la Policía.
Según la Oficina de la ONU, los miembros de la banda
incendiaron al menos 45 casas y 34 vehículos.
Sigue sin estar claro el motivo de lo que ha sido una de las
mayores masacres de los últimos años en la región central del país.
Los atentados de este tipo se han producido en la capital,
Puerto Príncipe, controlada en un 80% por bandas, y suelen estar relacionados
con guerras territoriales, en las que los miembros de las pandillas atacan a
civiles en zonas controladas por sus rivales. Pero Pont-Sondé se considera
parte del territorio del Gran Grif.
La banda se creó después de que el exlegislador haitiano
Prophane Victor empezara a armar a los jóvenes de la zona para asegurar su
elección y el control de la región de Artibonite hace casi una década, según un
informe de la ONU.
Tanto Victor como el líder del Gran Grif, Luckson Elan,
fueron sancionados por Estados Unidos el mes pasado.
La banda atacó Pont-Sondé antes del amanecer del jueves y
encontró poca resistencia, dijo Horace, aunque afirmó que, contrariamente a
algunos informes, los agentes de Policía sí intentaron repeler a la
banda.
"La banda tenía el control total de la zona",
afirmó Horace.
Tras el ataque, el Gobierno haitiano desplegó en Pont-Sondé
una unidad policial de élite con base en la capital, Puerto Príncipe, y envió material
médico para ayudar al único hospital de la zona, desbordado por las decenas de
heridos.
"Este crimen atroz, perpetrado contra mujeres, hombres y
niños indefensos, no es solo un ataque contra estas víctimas, sino contra toda
la nación haitiana", declaró este viernes el primer ministro, Garry
Conille.
La violencia de las bandas en Artibonite, que produce
gran parte de los alimentos de Haití, ha aumentado en los últimos años.
En enero de 2023, la banda Gran Grif fue acusada de atacar
una comisaría de Policía en Liancourt, cerca de Pont-Sondé, y matar al menos a
seis agentes. La violencia desatada por la banda también forzó el cierre de
un hospital en febrero de 2023 que atiende a más de 700.000 personas.
Haití, una empobrecida nación del Caribe, enfrenta desde hace
años niveles alarmantes de ataques de pandillas, una crisis humanitaria en
aumento y un éxodo interno y externo, en medio de la incapacidad del Gobierno
para restaurar la estabilidad.
France 24 / imagen: Reuters / Jean Feguens Regala.