Washington vincula la amenaza de
Moscú y Pekín, lo que garantiza su compromiso con Kiev, y con los aliados
europeos
Por
primera vez Estados Unidos contempla la posibilidad de un Armagedón nuclear
desde tres frentes: Rusia, China y Corea del Norte. Así se reconoce en un
documento titulado Nuclear Employment Guidance, aprobado por el
presidente de EEUU, Joe Biden, del que
ha tenido conocimiento The New York Times. Tan solo un
grupo muy reducido de militares y funcionarios encargados de seguridad están al
tanto de la estrategia nuclear, que se revisa cada cuatro años. La Casa Blanca
no se hace eco de su revisión de forma oficial. Es altamente confidencial.
Sin embargo, como señala el diario de la Gran Manzana, dos asesores de primer rango han aludido al giro dado por la Administración Biden. Vipin Narang, un estratega nuclear del MIT que estuvo vinculado al Pentágono, se refirió recientemente al "significativo aumento del tamaño y diversidad" del arsenal nuclear chino, al tiempo que se refería a la nueva guía sobre el empleo de armas nucleares que tenía en cuenta "múltiples adversarios".
En junio,
el director principal de control de armamentos y no proliferación del Consejo
de Seguridad Nacional, Pranay Vaddi, también se refirió a cómo la nueva
estrategia hace hincapié en "la necesidad de disuadir simultáneamente a
Rusia, la RPC [República Popular China] y Corea del Norte".
El
Pentágono estima que la fuerza nuclear de China llegará a 1.000 cabezas en 2030
y 1.500 en 2035. Pyongyang tendría unas 60 cabezas nucleares, y continúa siendo
una amenaza, a pesar de que Donald Trump se atribuyó una alianza con el líder norcoreano Kim Jong-un.
Washington
ha cambiado su forma de afrontar la seguridad. ¿Qué ha pasado? Rusia y China han reforzado su asociación, a juicio de
EEUU. Sin el apoyo implícito de Pekín, el Kremlin difícilmente podría afrontar
la guerra en Ucrania. A su vez, Corea del Norte y también Irán están armando a
Rusia sin disimular.
Para la
Unión Europea el cambio de la estrategia de seguridad de EEUU es fundamental.
Si EEUU deja de ver la amenaza de China y Rusia por separado, su compromiso con
la defensa de Kiev estará asegurado.
El
presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha amenazado en repetidas ocasiones con el
uso de armas nucleares contra Ucrania, incluso durante una crisis en octubre de
2022, cuando Biden y sus asesores a la vista de las conversaciones
interceptadas entre altos mandos rusos, temieron que la probabilidad del uso de
armas nucleares aumentara al 50% o incluso más.
Biden,
junto con los líderes de Alemania y Gran Bretaña, consiguió que China e India
hicieran declaraciones públicas de que no había lugar para el uso de armas
nucleares en Ucrania. "La crisis amainó". Al menos en ese momento las
aguas volvieron a su cauce.
Rusia y
China son la misma amenaza
Fue en
2011 cuando Barack Obama se refirió a cómo EEUU miraba hacia Asia más que hacia
Europa. La principal preocupación en seguridad provenía de China y por ello los
aliados europeos dejaban de ser tan interesantes. De ahí que cada cierto tiempo
se plantee hasta cuándo se mantendrá la asistencia de EEUU a Ucrania, si no se
cansará de sostener esta guerra. El ex presidente Donald Trump ha jugado con
esta baza de forma electoralista.
Sin
embargo, si el Pentágono admite que la cooperación de Moscú y Pekín es muy
estrecha, tanto que trabajan coordinadamente contra el dominio del Occidente
liberal. La consecuencia es que EEUU verá que si Rusia se refuerza, también se
fortalecerá China, algo que no le interesa en absoluto.
Como le
ocurrió a Alemania con la Rusia de Putin, EEUU creyó que los lazos comerciales
con China facilitarían un acercamiento más amplio. El ex secretario de Estado
Henry Kissinger estaba detrás de esa concepción de la República Popular China.
Ya ha quedado esta visión en el pasado.
Otra
cuestión muy preocupante es que ni rusos ni chinos están interesados en seguir
por el camino que emprendieron Léonid Brezhnev y Richard Nixon en 1972 con el
Salt 1. Moscú y Pekín no quieren limitaciones externas a su tecnología nuclear.
Hasta ahora Rusia contaba a su favor con su superioridad nuclear, pero China está
avanzando a pasos agigantados.
Desde la
Presidencia de Harry Truman, las diferentes Administraciones de EEUU se han
fijado en el arsenal del Kremlin. Pero el cambio está en curso.
La
guerra en Ucrania ha empantanado la economía rusa y cada vez será más difícil
que continúe avanzando en armamento nuclear mientras que China está focalizada
en mejorar sus arsenales. Tiene en su objetivo que Taiwán esté oficialmente
incorporado a su territorio. China observa con los ojos bien abiertos lo que
ocurre en Ucrania. Si de momento no se lanza con Taiwán, es en parte porque
está viendo cómo Rusia se ha empantanado en Ucrania, algo contra pronóstico.
Fuente:
El Independiente / España. Imagen: EFE.