EDITH M. LEDERER
NACIONES UNIDAS (AP) — El ministro de las dos islas de
Granada que fueron las primeras en recibir el impacto de los catastróficos
vientos del huracán Beryl mandó un mensaje simple y contundente a Naciones
Unidas y a otras autoridades humanitarias que preguntaron qué era lo que se
necesitaba: “Cualquier cosa que permita que un ser humano sobreviva”.
Tevin Andrews, quien se encontraba el viernes en la devastada
isla de Carriacou, donde Beryl tocó tierra por primera vez como la tormenta de
categoría 4 más temprana en la historia de la temporada de huracanes del
Atlántico, también respondió a la pregunta de si había algún lugar plano para
que los trabajadores humanitarios instalaran carpas: “Toda la isla quedó
plana”.
Simon Springett, el máximo funcionario en materia humanitaria de Naciones Unidas para el este del Caribe y Barbados, quien tomó la llamada de Andrews y transmitió sus declaraciones a corresponsales de Naciones Unidas, dijo que no quería sonar exagerado, “pero las islas fueron drástica y catastróficamente golpeadas”.
Indicó que las intensas lluvias y vientos de Beryl la noche
del lunes en Carriacou devastaron plantas desalinizadoras, torres celulares y
cableado de fibra óptica, dejaron los caminos intransitables y destruyeron
probablemente el 95% de las viviendas, junto con negocios y actividades
generadoras de ingresos.
Carriacou, de 9.000 habitantes, y la vecina Petit Martinique,
con otros 2.000 residentes, fueron las dos islas más golpeadas en el sureste
del Caribe, aunque también se registraron daños en Granada, donde unas 10.000
personas resultaron con afectaciones menores, indicó Springett.
En Carriacou, señaló, las comunicaciones apenas se
restablecieron el jueves, y el mar estaba tan agitado tras el paso de Beryl que
los barcos no podían atracar ni los aviones aterrizar debido a que las torres
de control aéreo “no sirven”.
En la vecina San Vicente y las Granadinas, Isla de la Unión,
Mayreau y Canouan —tres islas con una población total de 15.500 personas—
también sufrieron daños graves, comentó Springett.
Desde Granada, Springett señaló que la ONU trabaja
estrechamente con la agencia de manejo de emergencias del Caribe y autoridades
de catástrofes nacionales para llevar asistencia a los necesitados, y enviar
cuadrillas para evaluar las necesidades.
Naciones Unidas ha liberado 1,5 millones de dólares de su
fondo de emergencias humanitarias para dividirlo entre Granada y San Vicente
para brindar asistencia urgente, añadió. Además, se instaló un centro de
operaciones logísticas en Barbados.
Tomado de yahoo
noticias en español / En la imagen, viviendas destruidas por el paso del
huracán Beryl, el jueves 4 de julio de 2024, en Clifton, en la Isla de la
Unión, San Vicente y las Granadinas. (AP Foto/Lucanus Ollivierre) - Titulo modificado por ETD.