El domingo 28 de julio, los venezolanos acudirán a las urnas
para decidir si votan por un cambio, tras 25 años del chavismo en el poder, o
por la continuidad del Gobierno de Nicolás Maduro. El mandatario se medirá con
el candidato de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia, en una
votación que abre una encrucijada para una parte significativa de la población,
que se debate entre permanecer o irse del país, dependiendo del resultado de
los comicios.
Por: Daniella Zambrano
Unos 7,7 millones de venezolanos
han dejado su país desde 2014, según la Plataforma de Coordinación
Interagencial para Refugiados y Migrantes -integrada por el Alto
Comisionado de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para
las Migraciones-; una cifra que, no obstante, el Gobierno reduce
a unos dos millones.
La mayoría de los migrantes
venezolanos se han asentado en el continente americano, principalmente en
países como Colombia, Brasil, Argentina, Chile o Canadá,
pero también hay una creciente cifra de ciudadanos que emprenden la aventura de
llegar hasta Estados Unidos, a cualquier precio.
En lo que va de año han atravesado la peligrosa selva del Darién, frontera natural de Colombia con Panamá, más de 216.000 migrantes. La mayoría son venezolanos que buscan llegar a Estados Unidos o Canadá en procura de mejores condiciones de vida. Durante el 2023 fueron más de 520.000, una cifra inédita, según datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá.
Los migrantes justifican su éxodo
en la falta de trabajo formal, la precariedad de los servicios básicos y la
difícil situación económica. Aunque también hay quienes, a pesar de las
dificultades, han decidido regresar. A las puertas de los comicios presidenciales
en Venezuela, el dilema de emigrar o retornar cobra fuerza.
¿Qué dicen los sondeos?
Según el último estudio publicado
por Frequency 58 de la encuestadora ORC Consultores, entre el 12,5% y el 18% de
los venezolanos afirman que se irían del país en un plazo de seis meses en caso
de que no gane el candidato de su preferencia en las presidenciales.
“El porcentaje de migración nos
dice que se pueden estar yendo de 2,8 a 4 millones de personas sobre una
población estimada de 25 millones de habitantes mayores de edad (…) Esta
sería, en corto plazo, la ola migratoria más grande del país”, dijo a France
24 Oswaldo Ramírez, director de la firma.
Según la encuestadora, el perfil
del potencial emigrante es una persona entre los 27 y 43 años de edad, de clase
media baja o baja, no alineada políticamente y principalmente proveniente de la
región occidental, que comprende los estados Zulia, Lara y Falcón.
Cuando se especifica la pregunta
con el nombre del candidato, el sondeo arroja que el 5,2% se iría de Venezuela
si el presidente Nicolás
Maduro es derrotado y el 17% emigraría si pierde el abanderado de la
oposición Edmundo González Urrutia.
"De repetir este gobierno, me
iría"
Es el caso de Marianny Ivañez, de
37 años de edad, para quien el resultado de esta elección marcaría un giro
significativo en su vida y en la de su familia.
“Se me han ido primos, tíos y
amigos de la adolescencia, pero la que más me duele es la emigración de mi
hermano. Haber estado lejos del crecimiento de mi sobrina ha sido fatal”,
cuenta a France 24 mientras participa en un acto de campaña de la oposición,
con la bandera tricolor a cuestas.
Yo quiero ser mamá y no quisiera
que mis hijos vivieran esta economía
Para Marianny, los comicios del
próximo 28 de julio significan una salida a la libertad y un progreso para el
país. “Estudié administración de empresas, vas a buscar un trabajo y no
consigues nada, más consigues desde la calle. Estamos 'requetecansados'” (…)
Queremos una economía digna donde podamos entrar a un supermercado y comprar lo
que queramos”, añadió.
La mujer apuesta por estas
elecciones como la última carta antes de pensar en vender su camioneta para
poder pagar su pasaporte y comprar un pasaje sin fecha de retorno. “De repetir
este gobierno me iría a Chile, donde está mi hermano o me iría a Australia,
donde tengo un primo establecido. Yo quiero ser mamá y no quisiera que mis
hijos vivieran esta economía”.
La ecuación también se muestra a la
inversa. Asegura que su hermano, quien hace ocho años vendió los anillos de
matrimonio de sus padres fallecidos para poder emigrar a República
Dominicana, volvería a casa.
Los 'yankis' son "los
responsables de todo"
En el centro de Caracas, bajo el
edificio de la Asamblea Nacional, un jubilado de la administración pública que
prefirió resguardar su identidad aguarda en la fila para recibir algunos
productos de la cesta básica que otorga mensualmente el Gobierno de forma
gratuita para contrarrestar los bajos salarios que imposibilitan el acceso a
los alimentos.
En un país en el que el salario
mínimo equivale a menos de 4 dólares y con los bonos que entrega el Gobierno
llega a 130 dólares mensuales, la mayor parte de la población no puede costear
una buena alimentación.
A mí no me pueden venir con cuentos
y mucho menos la extrema derecha, que como ya sabemos no va a trabajar para los
que menos tienen
El extrabajador manifiesta con
orgullo que votará por la reelección del presidente Nicolás Maduro “porque es
la esperanza de que el país va a prosperar”. Advierte que la otra parte (la
oposición) “sería la perdición del país porque todo iría hacia los que más
tienen y los que menos tienen van a ganar menos todavía”.
Al consultarle sobre las promesas
de Edmundo González Urrutia y de María
Corina Machado sobre un país en el que no habrá persecución y los
empleados públicos serán bien remunerados contesta: “Mire joven, tengo casi 80
años y he oído bastantes promesas de los que han gobernado desde la época de
Pérez Jiménez. A mí no me pueden venir con cuentos y mucho menos la extrema
derecha, que como ya sabemos no va a trabajar para los que menos tienen; va a
trabajar para los poderosos”.
Explica a France 24 que hoy le
entregaron el combo proteico, que consta de cuatro kilos de carne, huevos, un
kilo de queso “bien bueno” y “los famosos jamones areperos”. Sonríe al recalcar
que “todo es completamente gratis”.
También recibe la bolsa CLAP,
aunque reconoce que trae algunos productos de mala calidad. “Hay un producto
parecido a la lenteja, que para comer eso hay que estar comiéndose un cable muy
fuerte y no tener nada que comer. Pero eso se puede cambiar por otros productos
o se le vende a gente que cría animales”.
Aunque acepta que el país está mal
y que su jubilación se evaporó, no responsabiliza a la Administración de
Nicolás Maduro; sino a los 'yankis'. “Esos son los responsables de todo”.
Los que se aferran al país
En Venezuela, también hay quienes,
independientemente del resultado, se aferran al país.
A sus 54 años, María Paredes dice
no querer irse de Venezuela. María emigró en 2018 a República Dominicana
buscando recursos para su madre, quien para ese entonces estaba enferma. Antes
de poder regresar, su madre falleció. Su hijo Kevin emigró a Colombia cuando
tenía 21 años de edad, debido a los bajos salarios y las pocas oportunidades en
materia laboral. Seis años después está establecido en Argentina, donde trabaja
como repartidor domiciliario. Durante todo este tiempo, María no ha podido verlo
debido a la falta de pasaporte y las limitaciones económicas.
“Mis expectativas (sobre las
elecciones) son muchas”; empezando por la economía. Necesitamos tener dinero en
nuestros bolsillos, trabajar, para adquirir mejor calidad de vida”, dijo a France
24 durante la entrevista. Agrega con un tono esperanzador que su hijo podría
regresar si se materializa un cambio de gobierno.
Mientras que para María y Marianny
la crisis económica ha sido consecuencia de erradas políticas públicas, para
Juan Carlos Rivas, profesor de la Universidad Experimental Simón Rodríguez, la
culpa es de las sanciones impuestas por Estados
Unidos. “Nicolás Maduro ha hecho un esfuerzo titánico por apoyar al
pueblo y el pueblo lo reconoce”, dice a France 24 durante un acto en respaldo
al presidente.
El sondeo de la encuestadora ORC
Consultores también midió el impacto para los potenciales retornados. Según el
estudio, al menos 20% de las personas con familiares fuera del país indica que,
de producirse un cambio político, sus parientes estarían dispuestos a
regresar.
Para la comunidad internacional,
que sigue de cerca el desarrollo de los comicios presidenciales, estabilizar a
Venezuela es primordial para frenar la migración, que ha afectado la columna
vertebral de América Latina, convirtiéndolo en un problema para la
región.
Los resultados del próximo 28 de
julio incidirán directamente en los principales países receptores de migrantes
venezolanos, que según cifras de la ONU, alcanzan los 7,7 millones de
ciudadanos.
Texto tomado de France 24. Imagen
referencial.