Javier TOVAR
"Voluntariamente entrego mi nación a Cristo", reza
el presidente venezolano Nicolás Maduro en un "acto cristiano de
arrepentimiento". Está acompañado de pastores y lleva una bufanda con la
inscripción Jueces 9,8-15. Es una parábola sobre el riesgo de un poder
absoluto.
Maduro, que aspira a un tercer mandato de seis años en las
elecciones del 28 de julio, mezcla a menudo política y religión: se define como
"marxista" y al mismo tiempo "cristiano".
Ha dedicado importantes recursos del Estado para cortejar a la
comunidad evangélica, que representa, según estimaciones privadas, entre 1,2 y
1,5 millones de votantes. El padrón electoral es de 21 millones, pero se estima
que solo podrían votar 17 millones que siguen en Venezuela y no han migrado.
"Soy un hombre de fe, progresiva, aprendida, en la lucha
de la vida y creciente", dice Maduro en un acto en el palacio presidencial
de Miraflores, "la casa del pueblo en Cristo". "He encontrado a
Dios en mi camino, lo he visto", afirma.
- "Proselitismo" -
Según la encuestadora ORC, 34% del voto evangélico va para
Maduro y 20% para Edmundo González Urrutia, candidato de la oposición
mayoritaria en representación de la inhabilitada María Corina Machado.
Pero en el voto general, el mandatario no es el favorito,
según los sondeos que vaticinan la elección más difícil para el chavismo en sus
25 años en el poder, tras un colapso de la economía del cual aún no se
recupera.
Maduro lanzó en marzo el bono "El buen pastor", un
aporte de unos 12 dólares mensuales destinado a unos 20.000 ministros de la
iglesia cristiana. Un año antes creó el plan "Mi iglesia bien
equipada", enfocado en hacer reparaciones y mejoras a los templos.
"Es proselitismo bajo velo de religiosidad",
explica a la AFP María Verónica Torres, profesora e investigadora de la
Universidad Monteávila. "Estas iglesias evangélicas que supuestamente lo
apoyan no suman votos sino que mantienen los que ya tiene".
El Consejo Evangélico de Venezuela, que agrupa congregaciones
tradicionales, ya expresó "preocupación" por los actos recientes de
Maduro.
El acercamiento no es nuevo. El expresidente Hugo Chávez
(1999-2013) también mantuvo una relación estrecha con el evangelismo, a medida
que marcaba distancia de la muy crítica Iglesia católica.
"Nos hizo visibles", estima Amir Alcoba, pastor en
Santa Lucía, en los Valles del Tuy, cerca de Caracas. "Hasta la llegada
del presidente Chávez al gobierno de Venezuela había una separación muy marcada
entre los políticos y los evangélicos".
- "Amigo de la iglesia" -
En la iglesia Filadelfia del pastor Alcoba se celebra el día
del padre. Hacen charadas, concursos de baile, de conocimiento bíblico para
ganar comida. Premian igualmente al feligrés con más hijos, al más joven y al
más viejo.
Santa Lucía es una zona muy pobre y mucho ayuda ese kilo de
arroz, pasta o azúcar.
Alcoba dice que "evita al máximo" hablar de
política en su sermón. "Sin embargo, sí motivo a la iglesia para que
ejerza su derecho al voto".
Pedro Rafael Iriarte, un pensionado de 66 años que es fiel de
la iglesia Filadelfia, ve el acercamiento de Maduro a los evangélicos como
"una estrategia política para atraer votos".
"No me agrada, no simpatizo con eso", sostiene.
"Me parece hipócrita, buscan su propio beneficio".
En cambio, a la docente Marcia de Serrada, otra fiel de 55
años, estos planes sociales le "parecen bien". "Hay mucha
necesidad".
Filadelfia ha recibido "algunas sillas, micrófonos,
un ventilador" a través de "Mi iglesia bien equipada", señala el
pastor Alcoba.
"Maduro es un amigo de la iglesia", asegura Juan
Gómez, pastor y secretario de Asuntos Religiosos del estado Miranda, que abarca
los Valles del Tuy y tiene unos 650.000 evangélicos y casi 5.000 iglesias
registradas.
Muchos ven ayudas y bonos "como compra de
conciencia" pero "Maduro lo hace para cumplir como presidente",
insiste.
- "Sana nuestra tierra" -
Además de Maduro y González Urrutia, hay otros ocho
candidatos minoritarios. Entre estos, destaca el pastor Javier Bertucci, que ya
aspiró a la presidencia en las elecciones de 2018, de las que la oposición se
marginó por considerarlas fraudulentas.
Obtuvo entonces un millón de sufragios. Hoy sabe que no puede
ganar, pero quiere armar una fuerza política alrededor de la religión.
"Las personas que asisten a las iglesias no dejan de ser
venezolanos y sufren las mismas cosas. Se les va la electricidad, el sueldo no
les alcanza...", dice a la AFP, al tiempo que critica a Maduro por su
"ambigüedad" religiosa y por sus cambios en su "línea de
fe".
En el acto en el palacio presidencial de Miraflores, un
pastor se lanza al piso en pleno ruego de arrepentimiento, antes de la oración
de Maduro.
"Te pido perdón en nombre de mi gobierno y de mi
pueblo", dice el presidente. "Perdónanos, sana nuestra tierra".
AFP – Tomado de yahoo
noticias en español. En la imagen de Federico Parra, un grupo de creyentes
salen después del culto en un templo de la Iglesia Evangélica de Filadelfia en
Santa Lucía, estado de Miranda.