Dr.
Manuel Fariñas* / Opinión.
Entramos
en una recta final, a tan solo 18 días para elegir al próximo presidente del
país. Los epítetos utilizados por algunos candidatos que pretenden ofender a
sus oponentes a manera de insultos. Solo reflejan más una emoción de
desesperación que una personalidad de estadista para quien aspira a ser el
presidente Constitucional de la República.
Estas elecciones, diferentes a todas las anteriores, incluso con la fecha para su ejecución a mitad del año y el tiempo de duración de la campaña apenas de 24 días se presentan a manera de improviso en un ambiente donde ninguno de los candidatos excepto el propio Presidente de la República tiene legitimación de votos que acreditarse. Caso excepcional, la ganadora de unas primarias que también cuenta con una legitimación de votos, fue inhabilitada. Es tan diferente a todas las elecciones presidenciales que después del inicio oficial el período autorizado por el CNE para hacer pública la campaña electoral ya el pueblo en su sabiduría la califica como atípica.
Las
vivencias propias de estos tiempos en los cuales se construye la historia
contemporánea del país, permiten germinar encuentros entre ciudadanos y
conterráneos donde emergen inquietudes como la expresada en un taller mecánico
de una barriada. ¿Enrique Márquez, es otro candidato del gobierno?
Positivamente, la candidatura de Enrique Márquez surge como un hecho salvador.
Es la primera vez, en la historia republicana de Venezuela, que un tecnólogo presenta
sus credenciales profesionales como ingeniero eléctrico con maestría en
Telecomunicaciones y Sistemas, además docente universitario y político de
excepción, que aspira convertirse en Presidente de la República.
Enrique
que, buscó la candidatura después de una trayectoria como Primer Vicepresidente
de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diputado a la Asamblea Nacional por el
Estado Zulia y Rector del CNE. Muestra esta buena carta de presentación como un
candidato de la oposición. Siempre contrario al gobierno, pero invariablemente
dentro del ordenamiento legal que demanda la obediencia de la Constitución de
la República, sin caer ni promover los atajos.
Por
donde quiera que se mire, en un país como Venezuela, donde aún no hemos ingresado
a los tiempos modernos del Siglo 21, hemos sido retrogradados mediante un
experimento socialista que nos ha costado un retraso históricamente hablando de
más de 30 años dejando una enorme brecha que impide satisfacer el estado del
bienestar social de la población hacia aproximaciones de las sociedades
globalizadas y tecnológicamente en avanzada. Un análisis de conciencia obliga a
convencerse en votar por Enrique Márquez. Se trata de una persona honesta. Popularmente
hablando un señor buena gente, de familia. Precisamente, lo que Venezuela necesita
para el cambio que está buscando y que se puede lograr, porque sería un
funcionario público con conocimiento y la experticia técnica.
A
un ingeniero será muy difícil engañar o que le metan gato por liebre. Un Ing.
Eléctrico, que posee el conocimiento y la experticia tecnológica, será muy
difícil hacerle trampas cuando se comiencen a planificar y ejecutar las obras
de infraestructura para sacar el país del hoyo en el que se encuentra. Por
ejemplo, el tren centro-occidental, las obras del metro, la falta de hospitales
y el mantenimiento de los que existen, las plantas eléctricas, las autopistas,
carreteras, universidades, escuelas, liceos, viviendas, etc.
Ideal
para la transición política que el país está reclamando, Enrique no muestra
anhelos de permanecer en el poder ni expresa delirios por ser un don regalón internacional.
Pero, si se presenta como todos los ingenieros, dispuesto a resolver los
problemas que perduren en el tiempo con calidad y factibilidad económica. Un
Ing. Eléctrico para resolver los problemas de la sana administración de las
empresas fundamentales del país sin necesidad de privatizarlas: (PDVSA,
PEQUIVEN, CANTV, SIDOR, CONVIASA, CAVN, Planta Centro, IVIC). Un docente
universitario conocedor de cómo son las universidades venezolanas y cuáles
deberían ser los conocimientos que se impartan en ellas para fortalecer el
conocimiento profesional de los estudiantes. Un político, que cree y defiende
la democracia y que práctica el dialogo como máxima expresión de entendimiento
entre las partes dispuesto a respetar al trabajador como pilar principal del
desarrollo nacional en su justa dimensión.
Enrique
es de los que sostiene que “solo con el voto podemos construir la paz y el
futuro de nuestro país”. Separado de los modelos de violencia, siempre ha
estimulado el entendimiento nacional a partir de la ruta electoral.
Nuestro
país, necesita un presidente como Enrique Márquez. Un profesional universitario
que sabe cómo resolver problemas y que sabe escuchar al pueblo para poder
construir la Republica de Ciudadanos que todos queremos.
¡Llegó
la hora del voto a conciencia, la forma de votar por moda o fanatismo nunca ha
traído la mejor elección…!!! El cambio va……….. Los venezolanos merecemos un
mejor gobierno.
*Coordinador
de Alternativa 1 en Caracas.