Por CELINA CARQUEZ
Los rectores del Consejo Nacional
Electoral (CNE) fueron designados por la Asamblea Nacional el 24 de agosto de
2023 y durante nueve meses; el rector principal Juan Carlos Delpino se ha
mantenido en silencio, salvo por uno que otro tuit en la red X al inicio de su
gestión.
“Elvis Amoroso toma decisiones sin
convocar a sesión desde marzo. El CNE es un cuerpo colegiado y yo tengo derecho
a votar, salvar mi voto y razonarlo, y a hacer valer el derecho de todos los
candidatos”, dispara.
Delpino es abogado de profesión y
militó en el partido Acción Democrática. En los años 80 llegó a ser secretario
juvenil. No es un recién llegado al Poder Electoral. Trabajó junto con el
exrector Vicente Díaz y fue, antes de rector principal, rector suplente
incorporado.
Este abogado es hijo del histórico
líder sindical Juan José Delpino, quien presidió la Confederación de
Trabajadores Venezolanos (CTV). El rector es jovial y echador de broma, lo que
alguien podría llamar en criollo “un jodedor”, pero al mismo tiempo habla con
absoluta firmeza y preocupación sobre el ente comicial y los problemas que
enfrentan.
— Me puede confirmar si es verdad que el directorio del CNE no se reúne para decidir nada…
—No, el directorio del CNE no
sesiona. La última vez que lo hizo fue el 26 de marzo, cuando se decidió que la
tarjeta de la Unidad y la de Un Nuevo Tiempo serían las habilitadas para
postular al candidato opositor de la Plataforma Unitaria.
— No
entiendo. ¿Cómo se decidió entonces revocarle la invitación a la Unión Europea?
—Esa decisión la tomó Amoroso por
su cuenta, claro, había consenso en la mayoría, pero él viola nuestros derechos
al no convocar una sesión para ello y permitirnos disentir, votar “no” o salvar
el voto. Al final la votación sería tres a dos, pero es irregular que una
persona decida por todo un cuerpo colegiado, porque sabe que la mayoría votará
con él.
—¿Pero ni
siquiera les avisó, al menos?
—No, me convocaron 20 minutos antes
para una rueda de prensa sin decirme ni siquiera la materia que iba a tratar y
decidí, por eso mismo, no asistir.
—En nueve meses usted no ha
hablado. ¿Por qué esperó tanto, por qué lo hace ahora?
—Se acabó el tiempo de la prudencia. Fui el único rector
que salvó su voto cuando el vicepresidente Carlos Quintero llevó a sesión el tema de las tarjetas. La votación fue cuatro a uno. Sin la
prudencia, no hubiésemos podido salvar la tarjeta de la Unidad.
Traté de que me concedieran más
tiempo para la inscripción de los ciudadanos en el exterior durante la jornada
de actualización del Registro Electoral, porque el proceso comenzó tarde en
muchos lugares; en Europa tardaron 15 días en iniciar y fue una jornada abusiva
en muchos países. Me iban a dar diez días y luego no cumplieron.
—Sigo sin entender. ¿Cómo se toman
las decisiones así? ¿A quién le comunica sus diferencias o los requerimientos
de los partidos que participan en la justa? ¿Amoroso toma la decisión por todo
el mundo?
— El país necesita que se sepa qué
opinan cada uno de los rectores. Amoroso cree que el ente comicial es como la
Contraloría donde él decidía todo. En el Poder Electoral no se respetan ya ni
las formas. Sin embargo, para todo me entiendo con el vicepresidente, Carlos
Quintero, a quien sí le preocupa el tema de la institucionalidad a pesar de su
posición política, y tampoco está cómodo con la situación. Todo lo resuelvo con
él. Quintero viene de la escuela de Tibisay Lucena en la cual pese a la
tendencia política, se respetaba el proceso técnico e institucional y uno podía
participar e incidir. Debemos restablecer el proceso de sesiones en el
organismo y que se imponga el debate de las decisiones que se toman como Poder
Electoral.
—¿Usted es el único incómodo con la
suspensión de facto de sesiones?
—No, no puedo hablar por los demás;
pero sé que, incluso, entre los rectores vinculados al oficialismo hay
molestias, como es el caso del vicepresidente.
—¿Cómo se llevan Carlos Quintero,
vicepresidente, y Elvis Amoroso, presidente?
—No se llevan, y ese es parte del
problema. Uno es disciplinado, sabe mucho sobre elecciones y el otro no.
—En el oficialismo están al tanto
de esto, supongo…
—Hay alguien en el Gobierno que
decide todo en materia electoral al que le interesa este estado de cosas.
—¿Quién?
—Una persona que maneja los hilos
del CNE.
—¿Puede decir quién es?
—No hace falta…
—¿Cómo creen que ve una parte de la
sociedad a este CNE?
—Dime tú…
—Los ven
como que son parte del Gobierno.
—Somos funcionarios del Gobierno.
—Me refiero
a que tanto silencio ha hecho a la gente pensar que ustedes están en la jugada
con el oficialismo y el Gobierno. Que la oposición está sola y no tiene
interlocución allí.
—Los partidos saben con quién
hablar cuando tienen una dificultad, de eso no te quepa la menor duda. El día
que se decidió cuál tarjeta se iba a usar, hubo un proceso de consultas y
estuvimos llamándonos hasta que se tomó la decisión. Hice de todo para que le
aceptaran la renuncia al gobernador del Zulia, Manuel Rosales, porque estaban
negados, así como tampoco querían aceptar que el partido Movimiento Progresista
de Venezuela, de Simón Calzadilla. se adhiriera a la candidatura de Edmundo
González Urrutia. En ese respecto nadie tiene dudas. Claro que hay un interés
para que la gente no crea en el CNE, pero los partidos saben a quién acudir y
obtienen respuestas.
—¿Cómo se
lleva con la rectora Aimé Nogal? ¿Trabajan juntos? ¿Tienen posiciones de
equipo?
—Me llevo bien en lo personal.
Coincidimos en muchas cosas. Pero no, no trabajamos juntos ni decidimos nada en
equipo.
— ¿Por qué?
—Así se han dado las cosas. Ella
tiene un carácter duro y está formada. Decide por su cuenta.
— ¿Y la rectora no ha protestado
que no se convoquen sesiones?
— No, que yo sepa.
— ¿Qué otra atribución, que usted
considera que no le corresponde, se está tomando Amoroso?
—Tenemos un censor en la
secretaría: Alejandro Meneses (y comenta que a él se le atribuye ser el
responsable de la inhabilitación de la dirigente de Vente, María Corina Machado).
Resulta que Meneses examina la correspondencia y decide cuál recibe y cuál no.
Ese es un organismo del Estado y está en el deber de recibir toda la
correspondencia y contestarla. Si un partido quiere entregar una
correspondencia a veces no se la recibe. Eso es inaceptable desde el punto de
vista jurídico, viola el derecho administrativo y es absolutamente anti
democrático.
—¿Cómo evalúa técnicamente el
proceso electoral?
—No tengo dudas de que el CNE no va
a birlar ni un solo voto ciudadano. Será un proceso limpio. Antes de ser
rector, fui funcionario del organismo, trabajé con el exrector Vicente Díaz, y
también fui rector suplente incorporado. De manera que en el área técnica no
tengo ninguna duda sobre el sistema automatizado.
—Pero hay abusos, ventajismo, no
hay equidad en los medios. Todo eso también le corresponde al organismo
garantizarlo…
—Me importa tanto la campaña de
Nicolás Maduro, como la de Edmundo González Urrutia. la de Antonio Ecarri y
José Brito; es decir, no puedes tener un candidato sobre el cual hay una
recompensa por su cabeza, ni tener a abanderados vetados en los medios o que
les impiden recorrer el país. O que suceda, como cuando fue Ecarri a introducir
una carta para pedirle al CNE que reconsiderara la invitación a la Misión de
Observación Electoral de la Unión Europea y pedir un debate con Maduro, que esa
carta no se aceptara, y que para poder entrar a la oficina de mi rectoría tuve
que pedir la intervención de la Guardia Nacional, y hacer valer mi condición de
rector. Todo eso es inaceptable. Y te repito, ya se acabó el silencio por
prudencia y en aras de lograr algunas cosas. No tengo nada que temer.
Fuente: Efecto Cocuyo / Caracas.