"Niños
de Las Brisas es un pedazo de esa realidad, un punto de vista de sus tres
protagonistas, que representan a una generación que nació en este sistema
político, que tenía sueños y esperanzas y han tenido que batallar muy
arduamente”, comentó la cineasta venezolana, directora del documental filmado
en su mayoría en Valencia.
La cineasta
venezolana Marianela Maldonado abogó por la realización de más documentales que
retraten la realidad venezolana, como lo consiguió en su largometraje ‘Niños de Las Brisas”,
que ya se estrenó en salas comerciales de cine.
Maldonado
hizo una pausa a sus actividades en Los Ángeles, Estados Unidos, para conversar
con El Carabobeño, sobre esta producción que sigue la vida e ilusiones de tres
niños del barrio Las Brisas, en el sur de Valencia, y que comparten su amor por
la música y la meta de ser músicos profesionales de El Sistema.
El estilo
documental es importante para mostrar la actualidad y puede ser aprovechado
para contar las historias de los venezolanos, que son muchas y, además,
conmovedoras.
«Niños de Las
Brisas es un pedazo de esa realidad, un punto de vista de sus tres
protagonistas, que representan a una generación que nació en este sistema
político, que tenía sueños y esperanzas y han tenido que batallar muy
arduamente”, dijo Maldonado refiriéndose al socialismo impulsado por Hugo
Chávez.
Para
Marianela Maldonado, el documental habla de resiliencia, de los sueños, del
deseo de estos jóvenes que quieren salir adelante y que nos representan a
todos. «Es ese deseo de tener una vida digna frente a las dificultades de vivir
en un régimen autocrático y dictatorial».
Por ello invita a reflexionar sobre nuestra realidad, sobre nuestra resiliencia, pero también sobre estos problemas que enfrentamos y la crisis social y política que hemos padecido durante tantos años. Lo ve como la única manera de lograr un cambio positivo en el país.
La película
puede verse en Cines Unidos del centro comercial Metrópolis en tres funciones
diarias, a partir de las 3:00 p.m. La producción del documental informó esta
semana que no fue fácil proyectar ‘Niños de Las Brisas’ en las salas
comerciales, por el mensaje tan potente que deja sobre el sistema político,
económico y social venezolano.
Documentales:
Filmar sin saber cómo se desarrollará o terminará
Hablar del
‘Niños de Las Brisas’ apasiona a Maldonado. Responde a todas las preguntas,
cuenta detalles de producción y agradece a una multitud que apoyó el proyecto.
Hay momentos en que se conmueve; sus ojos brillan, mira hacia arriba y suspira.
Ocurre generalmente cuando se le habla de los tres jóvenes que protagonizan la
cinta.
Entre ellos
floreció una relación especial que no terminó con la última escena rodada ni el
último minuto de edición. Sigue viva. No es poca cosa, los conoció en 2009 y
comenzó a visitar sus casas y a interactuar con sus familias. El rodaje inició
dos años después.
En 2016 la
historia de Edixon, Dissandra y Wuilly dio un giro. Fue después de una audición
para ingresar en una de las orquestas profesionales de El Sistema, en medio de grandes
problemas económicos por los que atravesaba el país completo.
Luego
surgieron las protestas de 2017 y, en medio de ellas, la necesaria toma de
decisiones de los protagonistas, que los llevó por caminos diferentes e
inesperados. Una demostración más de que la realidad puede superar a la
ficción.
Maldonado
reconoce que no esperaba que la historia de Edixon, Wuilly y Dissandra
decantara en un mensaje tan duro sobre la juventud venezolana. Sobre sus
sueños, sacrificios y la esperanza que nunca se pierde, menos a esa edad.
Un rodaje
difícil en Venezuela y gran apoyo
Hacer
documentales no es sencillo. La capacidad de adaptarse a lo que ocurra debe
aflorar cada día. Eso lo sabe Marianela Maldonado, quien lo calificó como
“súper complejo”. Son necesarios equipos, personal, recursos y muchas ganas de
hacerlo.
‘Niños de Las
Brisas’ es un proyecto de largo aliento, como suelen ser los documentales. Pero
todo lo que ocurría en Venezuela lo complicó aún más. Polarización política,
escasez de alimentos, alto costo de la vida e inseguridad.
Todo esto
matizó la premisa inicial del documental de Maldonado, que era mostrar la
evolución de los niños en El Sistema.
En los
primeros meses de rodaje, el mayor problema era la inseguridad. La protección
de los protagonistas, sus familias y el equipo de producción era lo principal.
Maldonado
comentó que pasó varias temporadas en Las Brisas siguiendo la vida de los niños
y su convivir, en el centro de Valencia y otras locaciones como Caracas.
Recibió apoyo con algunas imágenes, que enriquecen el discurso visual del
documental, sin dejar que el espectador pierda detalles importantes de la
historia.
Documentales
que te hacen reflexionar
‘Niños de Las
Brisas’ es uno de esos documentales que hacen a sus espectadores reflexionar
sobre la realidad que les rodea. Es la muestra viva de la resiliencia de una
juventud con sueños.
Maldonado
aclara que nunca indaga en temas políticos, todo se desarrolla en el marco de
la vivencia de los protagonistas, y las frustraciones que la realidad les
imponía.
En resumen,
‘Niños de Las Brisas’ es un documento vivencial, honesto y crudo de lo que
sucede a los jóvenes en Venezuela.
Y es así como
Maldonado pide a otros creadores y cineastas retratar al país. “Que salgan
a la calle y filmen, que sea una apuesta honesta y real. Es lo que necesitamos”
invitó.
Festivales y
premios para ‘Niños de Las Brisas’
En 2020, ‘Los
Niños de Las Brisas’ fue seleccionado por el competitivo ITVS y la LPB (Latino
Public Broadcasting) del servicio público de televisión. Con esos aportes fue
financiada la postproducción.
El estreno mundial
tuvo lugar en el Sheffield Doc Film Festival, Reino Unido, en junio de 2022. En
noviembre de 2022 se estrenó en el prestigioso DOC NYC de Norteamérica. Fue
emitido por TV France en Europa y, desde enero de 2023, distribuido por PBS a
través de su serie documental Independent Lens. Son más de 500 canales abiertos
en EE.UU. que transmitieron el filme.
Participó en
Festivales de cine y especializados en documentales en América, Europa y Así.
Obtuvo el premio del jurado en el Festival Sacem, y el Premio del Público en el
festival Reflets, ambos en Francia.
Texto tomado
de El Carabobeño / Valencia.