Orlando Arciniegas*
Aludimos con este título al encuentro efectuado en agosto de
1892, en la ciudad de Valencia, entre el general Joaquín Crespo y el doctor
Alejo Zuloaga Egusquiza (1853-1923), en el curso de las acciones militares de
la Revolución Legalista (marzo-octubre 1892). Nos basamos en la reconocida
biografía del educador don Alejo Zuloaga, cuya autoría corresponde al fallecido
escritor y educador, don Luigi Frassato, publicada en diciembre de 2015.
Zuloaga se desempeñaba a la fecha como rector del Colegio
Federal de Primera Categoría de Carabobo, elevado a este rango en 1883, y
considerado desde 1876, “casi como una universidad por la extensión de su
enseñanza”. La designación del rector Zuloaga le había sido concedida en agosto
de 1891, en la presidencia de Raimundo Andueza Palacio, siendo el ministro de
Educación don Eduardo Blanco. Pero Zuloaga, desde antes de ser rector, en
concordancia con sus aspiraciones y las de la región, se había dispuesto con
ahínco a elevar el nivel académico del Colegio Federal, así como a restaurar y
dotar su edificio, con vistas a convertirlo justamente en _Alma Mater_.
De modo que, para el doctor Zuloaga, fue una gran contrariedad tener que afrontar, durante marzo de 1892, una primera ocupación del Colegio por parte de las tropas del Gobierno que lo convirtieron en un cuartel, le causaron destrozos y provocaron su cierre. Para luego, en agosto, tener que ver una nueva ocupación, también cuartelera, pero ahora por las fuerzas triunfantes de la Revolución Legalista del general Crespo, que, como dice el escritor Frassato: “no se portaron mejor”, sino peor. Y a los daños anteriores, agregaron mayores destrozos, aumentando notablemente su deterioro.
Crespo era para entonces general en jefe, ascenso que se le
concediera en 1871, y luego había sido presidente en el bienio 1884-1886. Todo
bajo la sombra de Guzmán Blanco, que, por intermedio del Congreso, premiaba su
sostenida lealtad con el título de Héroe del Deber Cumplido, en 1886.
La anécdota recogida por Frassato corre así: Tras la invasión
de varias oficinas públicas, entre ellas el Colegio Federal, por parte del
ejército crespista, el rector protesta la ocupación e increpa al oficial al
mando. Este le responde que él solo cumple órdenes de su general Crespo.
—“¿Y dónde puedo ver yo a ese señor?”.
—“En la casa de Gobierno”. Con lo que se corta el diálogo y
el rector enfiló hacia la calle.
Una vez frente al general, en tono “respetuoso pero enérgico”
el rector pide la pronta desocupación. En vano, pero antes del abandono del
lugar por parte del rector, el general manifiesta: “Yo entraré triunfante a
Caracas y entonces le daré una compensación”. “No la estoy pidiendo, me retiro
porque estoy convencido que nada voy a lograr discutiendo con usted”. Dicho y
hecho. Uno pudiera pensar que aquella escena debe haber infundido en el general
un cierto respeto por el maestro, del que, seguramente, no desconocía ni su
lustre ni el gran aprecio en que se le tenía.
Y en efecto: Crespo ocupa a Caracas el 7 de octubre de 1892
como Jefe del Poder Ejecutivo. Con fecha 15 de noviembre de ese mismo año su
ministro de Instrucción Pública firma el decreto de creación de la primera
Universidad de Valencia, y el día 25 el doctor Alejo Zuloaga es juramentado
como rector. El 22 de enero de 1893, en la iglesia de San Francisco se realiza
el acto inicial de apertura. ¡Valencia tiene universidad! El general cumplió y
bastante ayudó. El doctor Zuloaga convirtió en afectos aquellas atenciones del
general, tanto que cuando llegó la noticia del siniestro de Crespo en La Mata
Carmelera, el 16 de abril de 1898, el maestro se mostró efectivamente
compungido.
*Historiador. Profesor
Titular (J) de la Universidad de Carabobo.
En la imagen, el doctor Alejo Zuloaga Egusquiza.