Entre Todos D.
El Programa Venezolano de
Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) presentó su Informe
Anual 2023 número 35, en el que advierte sobre una sistemática
vulneración de los derechos humanos en Venezuela bajo la gestión del
presidente Nicolás Maduro, que ya suma 10 años en el poder.
La ONG denunció que en el periodo
de Maduro se vulneraron los derechos a la libertad personal, a la vida y a la
integridad personal con ejecuciones extrajudiciales, torturas y detenciones
arbitrarias. Solo entre 2013 y 2023 se registraron: 43.003
víctimas de violaciones a la integridad personal, que incluyen 1.652
víctimas de torturas y 7.309 víctimas de tratos o penas crueles,
inhumanas y degradantes, ha señalado Provea.
De acuerdo a los registros de Provea, entre 2013 y 2023, al menos 10.085 personas fueron asesinadas por agentes de seguridad, la mayoría de estos casos continúan sin ser investigados.
Las violaciones masivas y
sistemáticas de derechos humanos han revelado la existencia de una política o
plan de Estado orientado a “promover, tolerar y encubrir la comisión de abusos
contra las garantías ciudadanas mediante prácticas encaminadas a causar terror
en la población”, dicen.
Provea también denunció que en 10
años de gestión, Maduro impidió un entorno favorable para superar la pobreza y
enaltecer el valor de los derechos humanos y la democracia, desconociendo sus
obligaciones respecto a la garantía de los Derechos Económicos, Sociales,
Culturales y Ambientales de la población.
Aseguraron que las políticas del
gobierno nacional han profundizado una crisis económica que mantiene a la
población en pobreza extrema, con más del 45% de los hogares enfrentando
inseguridad alimentaria y un salario mínimo estancado en 130 Bs. (4
USD mensuales) que no cubre las necesidades más básicas de una persona.
A juicio de Provea, el deliberado
estancamiento del ingreso mínimo de los trabajadores forma parte de una
política asumida por la gestión de Maduro para desalarizar el trabajo,
profundizando la precarización del empleo y extinguiendo la capacidad de ahorro
de las familias.
En materia de acceso a servicios
básicos, las cifras son también alarmantes: 69% de la población sufre
severas restricciones para el acceso a agua potable, 61,9% enfrenta graves
fallas de electricidad y 49,4% tiene escaso acceso a servicios de transporte.
Entre 2015 y 2022 Venezuela cayó 39
puestos en la medición de Índice de Desarrollo Humano (IDH) que realiza el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Al cierre de 2022, el
organismo registró un IDH de 0,699 lo que sitúa al país en el puesto 119
de 193 países analizados, entre los más bajos de América Latina.