Antonio María
Delgado
Agobiado por
las recurrentes interrupciones en el servicio eléctrico, el régimen de Nicolás
Maduro pasó a declararle la guerra a la criptominería como nueva estrategia
para tratar de paliar la prolongada crisis energética de Venezuela.
La ofensiva
se produce en medio de la incapacidad del Estado venezolano para solucionar la
insuficiencia en el suministro eléctrico, situación que por más de una década
ha mermado severamente la economía y la calidad de vida de los venezolanos.
“#Oficial, Prohibida la minería de Criptomonedas en toda Venezuela”, reportó la Asociación Nacional de Criptomonedas a través de su cuenta de X. “Recomendamos a cualquier persona o empresa que tiene equipos instalados, desinstalar los mismos, almacenarlos para evitar inconvenientes. No consideramos que esto tenga una solución en el mediano o corto plazo”.
En medio de
la profunda crisis económica por la que atraviesa el país, la criptominería se
ha convertido en una importante fuente de ingresos para miles de familias, al
tiempo que el régimen fomentaba la actividad viendo en la aparición de las
monedas digitales como una herramienta para contrarrestar la hegemonía del
dólar en el sistema financiero internacional.
No obstante,
la industria cayó en desgracia el año pasado en medio de un masivo escándalo de
corrupción que involucró a una de las principales figuras del régimen, el ex
vicepresidente Tareck El Aissami, quien fue acusado de que mientras era el zar
de petróleo utilizó las criptomonedas para extraer miles de millones de dólares
de las arcas estatales.
Como parte de
una nueva cruzada contra la corrupción propiciada por el escándalo, el régimen
ha emprendido una serie de incautaciones de equipos, incluyendo recientemente
la confiscación de 2,000 unidades en la ciudad de Maracay.
Venezuela ha
estado atravesando una crisis energética desde 2009, caracterizado en ocasiones
por apagones masivos que han dejado a ciudades enteras sin electricidad durante
días.
La gran
mayoría de expertos atribuyen el colapso del sector eléctrico a la corrupción
vinculada al régimen que ha extraído miles de millones de dólares que habían
sido apartados para la ampliación de la red de generación eléctrica.
En medio de
una serie de incautaciones de equipos de criptominería, las autoridades del
régimen han comenzado a describir la actividad como la monetización del robo de
electricidad.
En un video
transmitido por las redes sociales, el chavista gobernador del estado Carabobo,
Rafael Lacava, anunció la confiscación de cientos de servidores acumulados en
un parque industrial, señalando que la electricidad que consumían eran robados
al pueblo venezolano.
“Nuestros
habitantes, del pueblo de Carabobo, están siendo impactados por este tema
eléctrico que de cierta manera tiene que ver con esto”, dijo Lacava al anunciar
que había confiscado “miles” de computadoras.
Describiendo
la criptominería como una actividad ilegal, el gobernador también instó a la
población a sumarse a la lucha para combatirla.
“Si tú,
vecino, vas a una casa que conoces, dile a esa persona que apague la granja (de
criptomonedas), o si no, denuncia, porque cuando te quitan la luz hay que darle
luz a un señor para que gane. Por unos pocos reales, te quedas sin
electricidad”.
Tomado de El
Nuevo Herald / USA.