Por Alberto Lewis / Opinión.
Buques de guerra de Chile y Perú navegando juntos de retorno a sus bases
luego de participar en los ejercicios navales UNITAS 2023. Es muy atípico ver
los barcos de guerra de esos países suramericanos navegar juntos por sus
diferencias militares en el pasado por la famosa guerra del Pacifico en las que
en 1883 las fuerzas chilenas derrotaron a las peruanas ocasionando la pérdida
por siempre de territorios como Antofagasta y Tarapacá, en favor del
estado chileno.
Venezuela, por una absurda estupidez de orden ideológica, ha dejado de participar en estos ejercicios desde el año 2003 aproximadamente, ocasionando a la armada venezolana (ARBV) una disminución importante de sus capacidades y aprestó operacional, conjuntamente con otras armadas de países hermanos de toda Latinoamérica y los Estados Unidos.
El objetivo fundamental de las maniobras y ejercicios UNITAS
es la consolidación de las capacidades navales combinadas para una eventual
operación de defensa hemisférica.
Estas operaciones se realizaron por primera vez en aguas de
Venezuela en 1960, y su fin fue el de capacitar, cooperar y establecer vínculos
de confianza entre las armadas de la región.