"Señor juez no
acepto los cargos", dijo el hijo del presidente de Colombia en la
audiencia de imputación de cargos en Bogotá.
Bogotá. Nicolás Petro, el hijo mayor del presidente de Colombia, Gustavo Petro,
rechazó este martes los cargos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito
imputados por la Fiscalía General ante un juez, en un proceso que podría golpear
la gobernabilidad del mandatario.
El hijo del mandatario fue detenido el sábado en la ciudad de Barraquilla junto con su ex esposa Daysuris del Carmen Vásquez, quien en marzo aseguró que dos personas acusadas de tener vínculos con el narcotráfico le entregaron a su antiguo cónyuge dinero en efectivo para apoyar la campaña presidencial del actual presidente sin que este fuera informado.
De acuerdo con la denuncia, Nicolás, un diputado de la
asamblea del departamento del Atlántico, en el norte de Colombia, se habría
quedado con el dinero de los acusados narcotraficantes con la promesa de
incluirlos en los esfuerzos de paz de su padre, aunque el hijo del mandatario
rechazó las acusaciones.
"Señor juez no acepto los cargos", dijo el hijo de
Petro, de 37 años, en la audiencia de imputación de cargos en Bogotá. Al negar
su responsabilidad, el acusado perdió la oportunidad de recibir una rebaja de
hasta un 50 por ciento de la pena.
Nicolás Petro podría ser condenado a entre 12 y 20 años de
prisión de ser condenado en juicio, según abogados expertos en derecho penal.
Su ex esposa tampoco aceptó los cargos de lavado de activos y violación de
datos personales.
En una audiencia que se prolongó por más de tres horas en su
fase inicial, el fiscal Mario Burgos aseguró que el hijo del presidente
"incrementó su patrimonio de manera injustificada" al comprar
propiedades valoradas en más de mil 600 millones de pesos colombianos (410 mil
400 dólares) cuando su salario como diputado no le permitía hacerlo y que además
ocultó las transacciones.
Petro, un economista de 63 años próximo a cumplir su primer
año como presidente, busca acuerdos de paz con los grupos guerrilleros
izquierdistas y el sometimiento de las bandas criminales, para poner fin a un
conflicto de 60 años alimentado por el narcotráfico que ha dejado más de 450
mil muertos.
Petro también prometió impulsar profundas reformas económicas
y sociales para reducir la pobreza y la desigualdad en el país sudamericano de
50 millones de habitantes.
Pero actualmente no cuenta con una coalición en el Congreso
para impulsar sus proyectos, después de que la alianza conformada por partidos
de izquierda, centro e incluso de derecha que lo respalda se desintegró a
finales de abril.
Analistas y políticos sostienen que esa situación sumada al
escándalo de su hijo podría afectar su gobernabilidad y reducir aún más su
apoyo que ha caído desde que asumió el poder, según varias encuestas.
Reuters
- Tomado de La jornada / México.