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06 agosto, 2023

Cussano, al filo de la navaja

Por Kico Bautista

Interesante el nombramiento de Ricardo Cussano como interventor de La Cruz Roja. Los laboratorios del radicalismo lo tienen en sus paredones a punta de maldiciones y mentadas de madre. Pero, eso es normal. Así son los extremistas. No argumentan, solo odian.

Sin embargo, hay que descubrir por qué el gobierno designa al ex presidente de Fedecámaras y por qué Cussano acepta la Cruz Roja en un plan de intervención. 

Villarroel muere en sus propias redes. En los lobby y jugadas internas. Dicen las malas lenguas que andaba intentando poner gente suya en la directiva del TSJ. Debe haber reproducido a Tarek El Aissami en su intención de armar estructuras internas propias dentro del gobierno y lo pillaron. No sé si está versión es un fake new o algo peor.  Lo conozco como un hombre inteligente y muy cuidadoso. Ya sabremos la verdad cuando aparezca. Por eso no descarto nada. Debió ser algo duro para que lo trataran como lo hicieron. 

El discurso para que Cussano aceptara la oferta debió ser de amplitud, en un plan muy sensato, en el marco de una relación de confianza. No fue de seguro una amenaza o un chantaje. Ricardo no es un personaje de ese tipo. 

El gobierno tiene interceptado a todo el liderazgo. Hay unas relaciones ocultas que funcionan en la clandestinidad y sirven para resolver cualquier problema. Desde decisiones políticas hasta recursos para una operación médica. La oposición tiene conversaciones con el ejecutivo de manera  permanente y nadie sabe hasta dónde llegan. Pero, existen en la cotidianidad.  

Ya Maduro no está y, desde hace rato, en la tesis de que el capitalismo es malo y quién no está conmigo está en mi contra. Sus juegos son otros.  María Corina y el radicalismo insisten en la "dictadura" cuando las cosas han cambiado. No digo ni para bien o para mal. Simple, se movieron. Qué este o aquel lo reconozcan, eso es lo que menos importa. Hay que hacer una radiografía de la realidad lo más exacta que se pueda. 

Cussano argumenta que va a convocar a la sociedad civil y que hará una gestión transparente para que la Cruz Roja mejore y se actualice. Es decir, está viendo una oportunidad para demostrar sus dotes como armador y gerente. Está pensando políticamente y con el cerebro. No con la arrachera de los elementales. Sus compromisos con quiénes lo nombraron no están en joder a Villarroel y ya está. Debe estar viendo otro horizonte. 

Desplazar a Villarroel, ese objetivo tan mundano, Cussano no lo hubiera aceptado. 

Pero, la oportunidad de hacer las cosas de otra manera, con la aprobación del gobierno y seguramente del ala democrática de la oposición, es otra cosa. Mirar hacia el país es lo importante. Es una apuesta en grande y en lo personal prefiero ver las cosas por ese camino que por lo oscuro o lo negativo. 

Si miramos hacia el 2024 o 2025, esa posición puede significar mucho. Sobre todo para los teóricos de la transición. Sin querer afirmar que esa es la jugada, me atrevo a pensar que Ricardo está pensando muy distinto al discurso radical que es demasiado atrasado. 

Seguramente convocará a la sociedad civil a trabajar a su lado y por esa vía saldrá bien parado del reto que hoy se le presenta. Me imagino que cuánto pensó la oferta, cuando se la propusieron, si vio al mismísimo diablo o a la realidad. Cómo le debe haber costado evaluar los pros y los contras. Veo con ojos sádicos lo que se le viene encima. Las corrientes negativas que van a apostar a su fracaso. Pero, lo que más me agrada es la idea de que asumió un riesgo en medio de una oposición dónde nadie se atreve a hacer nada nuevo por temor a que  las redes y los radicales se los coman vivos.