Eran seis y
eran la imagen de las últimas ínfulas colonialistas de la dictadura de Francisco
Franco, el caudillo que "nació"
en África. Los procuradores saharauis de las Cortes Franquistas quedaron
sepultados bajo el destino posterior, marcado por la abrupta salida de las
tropas españolas de la provincia número 53 y la ocupación marroquí. "Eran
fácilmente identificables en las fotografías de la época por su vestimenta
tradicional, asistían en su calidad de procuradores a las sesiones de las
Cortes franquistas", recordaba hace un año en las páginas de El
Independiente Victoria Prego.
47 años después y con la distancia abismal que separa aquel pasaje de la democracia actual, Tesh Sidi ha hecho historia: es la primera saharaui que accede al Congreso de los Diputados y, de algún modo, su irrupción reconcilia a España con el pasado de la otrora provincia española, el último territorio pendiente de descolonizar en África.
Sidi, ingeniera
informática, medita aún la frase con la que prometerá el cargo. Tercera por
la lista de Sumar en Madrid, en la cuota
reservada a Más Madrid, las elecciones del domingo le han proporcionado pasaje
a la Cámara Baja. Tiene 29 años y un ímpetu que promete. "No tengo la
frase aún, pero sí va a tener un componente de responsabilidad hacia el pueblo
saharaui; otro a esa España que no puede avanzar sin la digitalización y a la
España de las mujeres, desde luego", relata la joven en conversación con
este diario.
La activista
reconoce haber votado "emocionada" el domingo. Lo hizo, asegura, por
"los derechos humanos; el progreso; todos los que hoy no pueden votar; la
memoria y las mujeres". Sidi creció al calor de su abuela, como nómada en
los territorios liberados del Sáhara Occidental. "Me crié con mi abuela de
los 2 a los 7 años como nómada en los territorios liberados del Sáhara y
Mauritania. Yo criaba cabras hasta que me escolarizaron a los 8 años y terminé
en España”, rememora.
Fue su viaje
a España a través de "Vacaciones en paz", el programa de acogida
de menores saharauis por familias durante el verano,
la que la alejó físicamente del desierto, cuya dura existencia reivindica desde
hace años como activista. “Un día entendí que lo único que no me podían
arrebatar es mi identidad”, desliza tras una campaña marcada por el giro en el Sáhara y los
rifirrafes a propósito de las relaciones de España con Marruecos.
En la
entrevista con este diario publicada en las semanas previas a la campaña
electoral, Sidi admitía el "hito histórico" que supondría una llegada
a las cortes ratificada ahora por las urnas. "El pueblo saharaui no ha
tenido representantes desde la dictadura de Francisco Franco, durante estos 50
años de ocupación por parte de Marruecos y la falta de descolonización por
parte de España. Sería un hito histórico", apuntó quien se compromete a
aportar "responsabilidad y memoria, que hace falta mucha".
Revertir el
giro en el Sáhara
Su firma ya quedó
reflejada en un programa electoral, el de Sumar, que promete revertir el cambio
de posición ejecutado por Pedro Sánchez con la carta a Mohamed VI en la que se
alineaba con el plan de autonomía marroquí. "Daremos marcha atrás con
celeridad al cambio de posición adoptado en 2022 con respecto al Sáhara
Occidental y utilizaremos todos los canales de influencia en el conflicto para
apoyar plenamente el derecho a la libre determinación del pueblo del Sáhara
Occidental", subraya el texto.
"Es que
es lo que tiene que ser", responde Sidi. "Somos una coalición de 15
partidos y esto es algo indiscutible para todos. Es fundamental porque
llevamos, además, la palabra 'derechos humanos' en todos. Es una posición
histórica de la izquierda en España", agrega. "Es cierto que en los
últimos años parecía que se estaba diluyendo esa responsabilidad, incluso en
los programas, y yo confío en llevar muchas cosas a buen término", esboza.
"No solo revertir la posición de Sánchez, volviendo a la legalidad
internacional, sino que el Sáhara Occidental se incluya en la ley de Memoria
Democrática. Se pueden hacer muchas cosas por el pueblo saharaui y liderar el
proceso de reparación".
Hay que
incluir el Sáhara Occidental en la ley de Memoria Democrática
El programa
de la coalición también contempla "una comisión de trabajo sobre la
responsabilidad histórica de España con el pueblo saharaui" y la
elaboración de "un informe sobre las medidas para aplicar los principios
de verdad, justicia, reparación y no repetición en lo relacionado con la
situación actual del pueblo saharaui y la responsabilidad histórica del Estado
español". "España sigue siendo la potencia administradora y es un
conflicto que interpela directamente a España", comenta Sidi.
El PSOE,
"cero responsabilidad"
Durante la
campaña su voz se alzó contra el PSOE por el giro copernicano y dejó la
sospecha de las razones reales para el viraje de Sánchez. "Es que
representa cero responsabilidad y cero voluntad para revertir una
decisión", apunta quien admite no haber cruzado comentarios con el número dos de Sumar por Madrid, el diplomático
Agustín Santos Maraver, que ha evitado lanzar
críticas a Marruecos y ha provocado la indignación saharaui. "No he podido
hablar mucho con él. No justifico las declaraciones de nadie, pero para mí es
indiscutible la posición de los 15 partidos. Y entiendo que su posición es la
misma porque no tendría sentido estar en Sumar si no se está alineado con las
propuestas".
Sidi confiesa
haber recibido "por lo privado" muestras de apoyo entre filas
saharauis pero también marroquíes. "La gran mayoría así lo siente. La
gente está muy contenta. En Torrevieja tuve la suerte de encontrarme con dos
jóvenes marroquíes que estaban muy contentos. Poner los derechos humanos en el
centro incluye al pueblo marroquí y al saharaui", apunta la activista.
"Que los derechos humanos y las políticas antirracistas estén en el centro
es fundamental la próxima legislatura y ocupe la agenda política", avanza
muy crítica con el uso de la retórica antimarroquí en campaña. "El racismo
hacia otro pueblo nunca es la solución".
Sidi reclama
sus raíces y está dispuesta a librar la batalla, ahora también en el Congreso.
Lleva la lucha en un ADN hecho de diáspora y distancias. "Nadie me va a
dar lecciones. La que tiene un padre exiliado político, la que tiene un primo
preso político y un tío fusilado soy yo", concluye.
Tomado de El Independiente / España.